Politica, economía

jueves, agosto 01, 2024

Maledicencia cobarde contra Leonel

 Por: Francisco Luciano

                                               Opinión                                      
              

La manipulación local que por diferentes vías se viene ejecutando sobre la presencia del Doctor Leonel Fernández como observador de las elecciones de la República Bolivariana de Venezuela el domingo 28 de julio 2024, tienen que ser denunciadas como parte del diseño elaborado y puesto en marcha desde el partido de Gobierno y el Gobierno mismo que ha decidido adelantar la campaña electoral de cara al 2028, donde visualizan como su principal amenaza al líder de la Fuerza del Pueblo.

La campaña busca hacer sembrar en el imaginario nacional que Leonel Fernández es responsable de las contradicciones que desde hace más cinco décadas acontecen en el seno de la sociedad política venezolana que se encuentra polarizada teniendo de una parte a un grupo en el poder que representa a sectores sociales tradicionalmente marginados y en lo otra acera a una oposición que encarna a una oligarquía que por decenios dominó a ese país. Como en toda confrontación los que tienen el poder luchan por mantenerlo y los que no, por obtenerlo. Es la historia de la humanidad y Venezuela no es la excepción.

Los sectores tras la campaña de opinión contra Leonel Fernández se montan en la carreta de una tórrida corriente de opinión que por años ha contado la historia de un “dictador” llamado Nicolás Maduro que come niños y asesina de hambre a todo un pueblo. Esa versión de Maduro es difundida con fluidez y constancia desde centros de pensamientos que buscan generar el odio de la opinión pública contra el personaje, no por él en sí mismo, sino por la causa que representa que es contraria a la de los intereses económicos y políticos de quienes les adversan.

A lo interno de la República Dominicana se pretende poner sobre los hombros de Leonel Fernández la “mala imagen” que los medios y opinantes atribuyen a Maduro, con el propósito de hacer creer a nuestro pueblo que Fernández acudió a Venezuela, no como observador de las elecciones, ni como mediador escogido por las partes en conflicto desde hace tiempo, sino como una de las partes.

La sórdida campaña dirigida con la vana intención de socavar el prestigio del único dominicano con las condiciones de liderazgo para mediar en la solución de conflictos entre países, como la ha venido haciendo Leonel Fernández por más de 25 años de mediación y observación electoral, en los cuales la Organización de Estados Americanos, OEA, le ha confiado ser jefe de sus equipos de observación a elecciones en Ecuador, Bolivia, Venezuela y México. Los que ahora pretenden tergiversar su presencia en Venezuela olvidan que Leonel fue jefe de la misión que acreditada por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), condujo la observación en las elecciones de 2015 en Venezuela, donde los opositores de hoy ganaron abrumadoramente el congreso de ese país.

Atribuir a Leonel la perversidad de que “fue a posicionar a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela” es una leyenda urbana construida para confundir a incautos, dado que es universalmente conocido que fue invitado como resultado de un consenso entre las partes enfrentadas (oposición y gobierno) quienes lo escogieron como mediador desde hace varios años.

Los ataques contra Leonel Fernández seguirán, bajo cualquier situación o argumento, porque como hemos dicho, el Gobierno lo considera como la principal amenaza para desalojarlo del poder en los comicios de 2028.

La maledicencia cobarde, empujada desde el Palacio Nacional, ha definido a Leonel Fernández como su blanco político y se las ingeniará para intentar disminuirlo, bajo cualquier forma o pretexto, lo que hace necesario que quienes los acompañamos establezcamos un centro de monitoreo a las acciones del adversario e instalemos fuertes escudos defensivos, sabiendo que, ante la perversidad desmedida, un ataque oportuno es la mejor defensa.

El autor es docente universitario y dirigente político.

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