El verdadero liderazgo no se reparte en sobrecitos
Por Francisco Luciano Opinión Mucho se ha escrito sobre liderazgo y poder, pero pocas veces se distingue con claridad entre uno y otro. Hay quienes llegan a una posición de poder, por azar, por designio divino o por simple circunstancia, y, de pronto, descubren que pueden disponer de recursos públicos o privados: un empleo aquí, una ayuda allá, una recomendación acullá. En cuestión de días se ven rodeados de elogios efusivos, de palmadas en la espalda y de multitudes que los llaman “líder”. Muchos terminan creyéndoselo. Se convencen de que son dueños del destino ajeno porque, en efecto, tienen en sus manos la llave de algunas puertas.