Decide mayoría muda
Por Manuel Hernández Villeta/ A Pleno sol
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Opinión |
La
mayoría silente da el triunfo electoral. Solo escucha y espera. La mayor parte
de la población no milita en partidos políticos. No está organizada en ningún
tipo de asociación. Solo espera su momento.
El día de
las votaciones es cuando la mayoría silente sale de su casa, dispuesta a
ejercer lo que considera un deber ciudadano. Va a escoger a su síndico, y
posteriormente a sus legisladores y a su presidente.
Esa
mayoría silente es el hombre sombra, es la mujer dedicada a su trabajo, es el
joven que estudia o desempeña cualquier actividad, es el chiripero, el
desempleado, el que no hace nada. Muchas veces carece de esperanzas y el
presente le es doloroso. En silencio y con temores.
Pero
también está una mayoría de masa silente de clase media y superior, que ve la
política por encima del hombro, aunque siempre está a la espera de lograr algún
beneficio periférico. La crisis actual lleva el desconcierto de esa masa
mayoritaria y sin formas.
Los
dirigentes políticos tienen la equivocada idea de que en sus filas se
encuentran todos los ciudadanos que le darán el voto ganador en las elecciones.
Es un error. Nadie gana con la simple militancia de su partido.
Estamos
en una crisis política que lleva temores a la gran masa de votantes. La
abstención podría ser una solución para muchos de cara al proceso electoral.
Quedarse en su casa, y no cumplir con el llamado de la Junta Central
Electoral. La suspensión de las pasadas elecciones municipales,
lanzó al país al vacío. Con mucho trabajo se ha podido encontrar remiendos a la
situación.
Ahora se
habla de diálogo, pero allí hay posiciones divisionistas. Se cuestiona al
Consejo Económico y Social y hasta un sector de religiosos metidos en el hecho.
Lo importante no es el grupo que motive el diálogo, sino el evento en sí.
Pero el
diálogo no solo es reunirse, sino la intención de encontrar soluciones a los
problemas. Da la impresión de que fuera de las fotos y una frase de cortesía,
nadie está en la mejor disposición de llegar a acuerdos.
De seguir
este camino las elecciones se van a manejar por imposiciones de organismos
internacionales. Ya se nota la mano de la Organización de Estados Americanos en
el manejo de los hechos. A muchos esa situación le tranquiliza, pero en sentido
general las injerencias nunca han sido positivas.
No
importa hacia donde se vaya, y el camino que se siga, lo importante es
que se dé un diálogo de cara a cara. Cada cual con sus posiciones, pero buscando
puntos que puedan ser aceptados por todos. El diálogo no es imposición, sino
consenso para dar el siguiente paso. Los dominicanos se están quedando sin
terreno para caminar al siguiente trecho. “!Ay!, se me acabó la tinta.
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