Por Manuel Hernández Villeta/ A Pleno Sol
Opinió |
La
reelección sufrió una derrota política por tener grados de impopularidad que no
fueron contrarrestados con una vertical línea de movilización
social. Se pasó demasiado tiempo en indefiniciones, amagando con llevar un
proyecto de convocatoria al Congreso, mientras el país caminaba a una crisis
política.
Tomando
en cuenta el espinoso tema de la reelección, y que mueve pasiones en contra a
granel, se tenía que imponer la reforma desde un primer momento, de
sopetón, y sin jugar al gato y al ratón. En la estrategia política se actuó con
sorpresas que no cristalizaron y se dio paso a que se diera la injerencia de
los Estados Unidos.
Ya se
veía difícil el panorama reeleccionista, desde que Danilo Medina estableció
relaciones diplomáticas con China. En el área de influencia de los
norteamericanos, era una acción que traería respuestas. Puede ser que esa
llamada de Mike Pompeo fuera la parte oscura de lo que evitó la reforma
constitucional.
Pero el
sector oficial cometió un pecado capital en política: se dejó quitar la calle.
Jugo a las declaraciones de personalidades, mientras que organizaciones
comunitarias, Leonel Fernández y Luis Abinader marcharon hacia el Congreso, en
repudio al estamento que proclamaba la reforma constitucional.
La
militarización del área externa del Congreso fue una acción innecesaria. La
seguridad de la sede de la Cámara de Diputados y del Senado se pudo redoblar,
sin tener que obstaculizar el transito normal de todo el sector. Los retenes
militares radicalizaron la lucha, aparte de que llevaron temores a la población
de que se cayera en una crisis de mayores consecuencias.
Danilo
sufrió una derrota política, pero hoy está en combate. Es un gran
organizador político, y ahora debe estar listo para conservar el poder a nivel
de su tendencia en el Partido de la Liberación Dominicana. Allí tiene la fuerza
institucional para imponer a un candidato.
Leonel
podría ser víctima de un espejismo. Tratar de ampliar su lucha en el PLD
creyendo que Danilo está congelado sería un error. Danilo va a imponer en el
PLD al candidato de su preferencia, y con él va a tratar de ganar las
venideras elecciones.
A Danilo
se le esfumo el tiempo para la reelección, y si Leonel persiste en
dar la batalla en el PLD le pasara lo mismo, cuando quiera actuar no tendrá
para dónde coger. Danilo y Leonel no caben los dos juntos en el PLD. La
expectativa está ahora en cuál será la movida de ajedrez que hará el danilismo.
Ya
comenzó la recomposición de fuerzas en el panorama nacional. Falta la cara
electoral del danilismo, esta Leonel y Abinader. Fuera de ahí, solo hay para
alianzas. El que no sepa dar pasos firmes en este reflujo se va a quedar congelado.
Si ve poco, que cambie los lentes. ¡Ay!, se me acabo la tinta.
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