Otra Cumbre
A Pleno Sol
![]() |
Manuel Hernández Villeta (Opinión) |
Desde que me inicié en el periodismo me he preguntado ¿para qué sirve
una Cumbre?. La respuesta siempre es la misma, de nada. De estas cumbres de
presidentes o de cancilleres nunca ha salido nada firme para acabar con los
problemas de América Latina.
Todo se queda en retórica, en levantamientos de brazos y en promesas de
que ahora es que va a despegar el desarrollo. Después de la foto oficial, todo
queda igual, y se inician los preparativos de otra reunión donde se encuentren
los presidentes de la región.
Todos los cancilleres y presidentes que asisten a las cumbres de la
región son políticos, han hecho carrera en el terreno de trabajar con las
masas, nadie más que ellos conocen la desesperanza de América Latina. No hay
que hablar, sino actuar.
Representantes de organismos internacionales, talvez los principales
culpables de la crisis moderna de América Latina, por su estrangulamiento
económico, son los primeros que hablan sobre el hambre, la miseria y la falta
de oportunidades de millones de personas.
Hablan de injusta distribución de las riquezas, pero se da el caso de
que todas estas instituciones internacionales prohíjan esas desavenencias
sociales, y hasta en sus recomendaciones patrocinan el fin de los subsidios y
ayudas especiales a los pobres.
Como podrían subsistir los pobres de América Latina sin que el Estado
sea el responsable directo de sus suerte. Si apenas se consigue para la
comunidad, como se podrán educar, ir al médico, comer, los millones de pobres
que viven en la indigencia extrema.
En América Latina hoy hay un gran despertar. Gobiernos de nuevo cuño,
ligados a una neo-izquierda llevan a cabo un amplio experimento social de
mejoría de sus pueblos, enfrentando a los grupos tradicionalistas y
detentadores del gran capital.
Para estos gobiernos que levantan la bandera de la liberalidad, estas
Cumbres son un buen pedestal de donde poder decir sus verdades, que se les
oiga, sin que sean acallados por las multinacionales de la prensa. Aún así, de
este papeleo no sale nada claro.
América Latina necesita redención, necesita pan, asistencia sanitaria,
trabajo, techo, agua potable, comida, de todo. Es de rabiar que en muchas
Cumbres se juegue con sus necesidades, con algunos proponentes pontificando
soluciones mágicas que no pueden llevar a cabo porque están comprometidos con
el pasado.
Hay que sacar de su propio engaño a las Cumbres, y que los gobiernos
comprendan que sólo a ellos les toca solucionar, trabajando y asistiendo, los
problemas de marginalidad y abandono que hay en cada uno de sus países. Las
Cumbres sólo sirven para la foto final y el abrazo solidario.
Comentarios