Politica, economía

jueves, octubre 23, 2014

¿Salir de la CIDH? ¡Pero raudos!

Francisco Luciano (Opinión)
Dada la incomprensión demostrada en la Corte Interamericana de los Derechos Humanos,  frente a la problemática que se vive en la República Dominicana con los migrantes haitianos y sus descendientes, la sociedad dominicana y sus gobernantes tendrán que evaluar la conveniencia de  retirar su membresía de dicho organismo.

En todas las demandas incoadas ante la CIDH contra la República Dominicana, nuestra imagen ha salido maltrecha, pues casi siempre las mismas son acogidas con la constante campana que nos proyecta como un país xenófobo, maltrata, discrimina, veja y expulsa de manera arbitraria a los nacionales del hermanos país, lo cual no es cierto.

La CIDH  ha llegado al extremo de emitir una sentencia que  desconoce el derecho de soberanía del Estado Dominicano, cuando prácticamente  le ordena cambiar su Constitución Política para sustituirla por una que  reconozca el derecho a la  nacionalidad dominicana a personas que siendo hijas de extranjeros ilegales nacieron en territorio dominicano.

En  esa corte no se reconoce la inversión  que hace el Estado Dominicano para ayudar a la población haitiana a mitigar sus necesidades de salud, de educación y de falta de ingresos. Por cualquier echo, real o supuesto que se estime pueda perjudicar a un nacional haitiano es sometida y acogida una petición de condena contra la patria de Duarte y Luperón.

La última decisión de la CIDH me lleva a reiterar el criterio de que dada la realidad que vivimos frente a la nación haitiana que padece miseria extrema y teniendo a nuestro país al lado con mejores condiciones  de vida y una frontera prácticamente virtual, siempre decidirá migrar hacia nuestro territorio porque sus otras opciones son la de morirse de hambre en Haití o convertirse en alimento de los tiburones en el Canal del Viento, a la República Dominicana no le queda otro camino que no sea desafiliarse de CIDH.

Habrá quienes argumenten sobre las consecuencias  de no pertenecer a un organismo de integración tan importante, a esos les digo por adelantado que Canadá, Cuba,  Estados Unidos y Venezuela no son miembros de la CIDH  y  esos pueblos no han perdido ni su Independencia ni la liberta de sus países.


La República Dominicana tiene que continuar su dialogo bilateral con la de Haití y avanzar en el proceso de regularización de los extranjeros residentes en condiciones de ilegales; pero también debe frenar en seco la migración ilegal hacia su territorio a los fines de evitar que continúe el éxodo sin control. 

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