Por Pedro Ventura Santana
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| Mosquito que produce el Dengue (Opinión) |
En la República
Dominicana hay una epidemia de dengue a juzgar por el hecho de que por esa causa hay oficialmente 80 muertos hasta el 21
de septiembre y más de 10 mil afectados mientras siguen los reportes de nuevos
casos en la capital, la provincia Santo Domingo y otras demarcaciones.
El año pasado en el mismo
periodo los fallecidos no pasaban de 18 y los afectados se quedaban en 4,249,
lo cual refleja la severa magnitud de la expansión del mal en este 2013.
El cuadro actual es grave
y no debe sorprender porque la
Organización Panamericana de la Salud, OPS, advirtió que el 2013 era un
año epidémico de dengue para América Latina, y de hecho en agosto pasado se
realizó en La Habana, Cuba, una cumbre
con 300 especialistas internacionales
sobre el tema.
Por lo tanto es urgente
doblar las medidas encaminadas a prevenir el dengue y aumentar el cumplimiento
del protocolo establecido para diagnosticarlo con prontitud y tratarlo en forma
correcta en los pacientes contaminados.
Se impone multiplicar los
esfuerzos para eliminar los criaderos
del mosquito Aedes aegypti que transmite la enfermedad. Es decir, eliminar las
botellas vacías, envases plásticos, neumáticos y otros objetos que se abandonan
en aceras, solares baldíos y patios y donde se acumula el agua limpia que sirve
de asentamiento para la reproducción de
dicho mosquito.
Otras medidas son cambiar
cada dos días el agua de los floreros y tapar bien el agua que se almacena en
tanques para uso doméstico.
En su lucha para prevenir y
combatir el dengue las autoridades sanitarias y médicos dominicanos tienen que
copiar y emular el sistema de salud de Costa Rica, donde hay una epidemia que
afecta a más de 30 mil personas, pero
los muertos por esa causa no pasan de 8 porque allí el diagnóstico es
temprano y el tratamiento eficiente.
Además hay un mecanismo
excelente de seguimiento al punto de que los pacientes, luego de recibir las
primeras atenciones en los recintos hospitalarios, siguen siendo atendidos en
sus hogares. Por eso los muertos son tan
pocos a pesar de los tantos afectados.
Naturalmente, Costa Rica le
tiene asignado al sector salud el 6% de
su presupuesto nacional, lo cual le permite tener un sistema sanitario
organizado y efectivo.
En el caso nuestro los
doctores Clemente Terrero, infectólogo del hospital Robert Reid Cabral,y Edison
Feliz, jefe del Servicio de Pediatría del
Luis Eduardo Aybar, coincidieron en señalar que la enfermedad mantiene
una tendencia epidémica y recomendaron
reforzar las medidas preventivas, tanto de parte de las autoridades como de las
propias familias.
El problema del
dengue, en consecuencia, se está poniendo grande, está grande y se está agravando. Es una
realidad que demanda atención urgente, responsable y seria de todos, desde
las autoridades sanitarias y las
familias hasta los partidos políticos, las organizaciones no gubernamentales,
los ayuntamientos municipales y las juntas de vecinos.
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