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| Manuel Hernández Villeta (Opinión) |
Los que hablan de reelección, en este momento, son sectores aislados, sin fuerza política, que quieren tirar una baraja, por si acaso prende ese billete, y así tener asegurado un filón partidista y político.
De cierto, en la historia dominicana se ha demostrado que la reelección presidencial no depende de un hombre, sino de coyunturas políticas, de fuerzas grupales y causas exógenas.
A unos tres años de unas elecciones presidenciales, no hay causas que podrían ser determinantes de que se dé un paso en la reelección. El primero que tendría que hablar sobre el tema, es Danilo, y no lo ha hecho.
Hay un impedimento legal de que un presidente aspire a la reelección, pero eso no es una prohibición. Con fuerza parlamentaria y el apoyo del poder, en un abrir y cerrar de ojos un gobernante puede modificar la Constitución.
Las circunstancias políticas y sociales que se den en el año 2014 determinarán si la senda de la reelección está abierta. Primero es ver la correlación de fuerzas en el Partido de la Liberación Dominicana.
En el PLD hay dos grandes figuras políticas. Danilo y Leonel no pueden ir a una convención enfrentándose, porque entonces podría darse una división interna. O va Danilo o va Leonel, o va un protegido de los dos.
Ni el rechazo ni el apoyo de la reelección debe ser el punto principal en la agenda del Presidente Medina. Por delante está su trabajo, su esfuerzo en buscar el desarrollo nacional. Cualquier otro tema de agenda, sería sencillamente una distracción.
En la vida política, los hombres son piezas de ajedrez. Son las coyunturas sociales, el vaivén de la historia, los que determinan el camino a seguir por cada cual. Cierto que hay que estar con las botas puestas, para escuchar el toque del clarín.
La lucha por el poder es ciega, no tiene amigos ni amigos, pero eso si, para el triunfo se tiene que tener perseverancia, concertación y saber cuando se da un paso adelante y otro para atrás. Lenin dijo un paso adelante y dos para atrás.
La reelección no es tema inmediato de agenda, pero el futuro se escribe hoy…
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