Politica, economía

viernes, octubre 18, 2013

Controles del transporte

Manuel Hernández Villeta (Opinión)
El sistema del transporte público tiene que ser mejorado en la República Dominicana. Ese vital servicio no se puede dejar en manos de dirigentes sindicales que en ocasiones pecan de irresponsables y violentos.

Sin orden ni planificacion, la Capital dominicana ha sido desguazada para crear rutas de carros públicos, que responden a la conveniencia lucrativa de los sindicatos de choferes, y no a las necesidades de los usuarios.

Un ejemplo son las rutas de las avenidas Independencia, Bolívar y 27 de Febrero. Para una persona ir de la avenida 27 de Febrero hasta la Duarte debe hacer una inversión de  más de cien pesos. Por la Bolívar puede llegar a 75 pesos, desde la Luperón hasta el parque Independencia, y por la independencia desde el doce al parque, sale en cien pesos.

Lo malo, terriblemente malo de esta situación, es que ni los organismos oficiales ni los choferes han realizado un estudio sobre cuanto puede costar movilizar un pasajero en rutas que no pasan de siete kilómetros.


El servicio de autobuses tampoco  es un paliativo a la crisis, porque montarse en uno es llegar al infierno. 


Desde las impertinencias del cobrador, hasta la forma temeraria que conduce el chofer, y los robos y actos de violencia que se producen en los vehículos.
 

En una etapa de modernización del transporte no se puede dejar fuera a los sindicatos de choferes, pero si someterlos al orden. El Estado ha regulado y dejado en  manos de estos empresarios con ropaje de líderes sindicales el control de un servicio esencial para la ciudadanía.
 

Lo que hace falta es imponer el orden, y a los choferes que no se ajusten cancelarles la licencia y la ruta. No  puede ser que un grupo de buscadores de facilidades mantenga a miles de personas sufriendo el pésimo servicio del transporte urbano.
 

Además, el Estado ha regalado millones de pesos en guaguas y carros  a esos choferes, y les mantiene un subsidio por concepto de combustible, que les debe obligar a cumplir con las  disposiciones legales del tránsito y mantener precios de pasajes y rutas.
 

Para poder trabajar en las principales rutas de Santo Domingo un chofer de carro debe pagar sobre los 200 mil pesos al sindicato al que se va a afiliar, y se habla de medio millón a  un millón de pesos, por el permiso para una ruta de guagua.
 

A controlar el transporte público de pasajeros, que es uno de los dolores de cabeza de la sociedad dominicana.

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