SANTO DOMINGO OESTE, RD.- La ejecución a tiros del ex convicto millonario Ruddy Quezada (Don King), la noche del viernes en el sector Villa Aura, en este municipio tiene todas las características de un ajuste de cuentas.
En el atentado fue abatido uno de los gatilleros que llegaron en una motocicleta hasta donde se encontraba Quezada con un grupo de amigos compartiendo en un colmado.
Versiones
no confirmadas asegura que hay otras personas heridas.
Quezada
había recibido más de 4 millones de dólares por cumplir una condena de un hecho
que no cometió y estaba esperando la entrega de una suma superior.
“Uno
de los dos se desmontó rápidamente y avanzo hasta donde estaba Ruddy Quezada
disparándole en la frente y corriendo hacia la moto”, expresó un testigo que
pidió reserva de su nombre.
Fuentes
cercanas al hombre asesinado en el sector Villa Aura sostienen que el hecho fue
un ajuste de cuentas.
La
Policía Nacional no ha dado una versión oficial de los hechos.
Según
la versión extraoficial, el malogrado ex presidiario de una cárcel federal de
Nueva York estaba compartiendo en un colmadon con varios amigos, cuando fue
sorprendido por los dos pistoleros motorizados.
Otras
versiones indican que en el lugar estaban compartiendo en una parrillada.
Los
acompañantes de Quezada dispararon a los gatilleros logrando balear en un
costado a uno de ellos en su fuga.
Los
amigos del hombre abatido lo persiguieron y lo encontraron tirado frente al
colegio Berea, en Las Caobas, en la Manzana 41.
Allí
fue baleado de nuevo y golpeado con un bate y otros objetos contundentes,
matándolo en el acto.
Luego
de 24 años de prisión Ruddy Quezada fue liberado, al no poder probársele la
culpabilidad en el hecho.
Fue
compensado con una suma millonaria de dólares.
Don
King como se le conocía en Las Caobas se desplazaba en una todoterreno Hommer.
Personas
que le conocían aseguran que Quezada no vivía en el sector, pero tenía muchos
amigos, especialmente “viajeros” y dealers con quienes se reunía
frecuentremente a compartir tragos.
Condena, liberación y
compensación
Ruddy
Quezada, fue condenado en un tribunal de Nueva York en 1993 por la muerte a
tiros del también dominicano José Rosado en un tiroteo en el barrio en 1991.
Quezada
fue condenado por alegadamente participar en un tiroteo desde un vehículo en
1991 que mató al también dominicano José Rosado, un transeúnte inocente, en
Brooklyn al este de Nueva York.
Durante 14 años, Ruddy Quezada presentó
apelaciones para anular su condena por asesinato en 1993 después de que el
testigo clave del fiscal, Sixto Salcedo, se retractara de su testimonio.
compensación
de $4.5 millones de dólares por los sufrimientos en el presidio, luego de que
la ciudad y el Estado llegaron a un acuerdo con su abogado para zanjar una
demanda millonaria del exreo.
La
teoría de la acusación fue que era un enfrentamiento relacionado con las
drogas.
Fue
condenado por asesinato en 1993 de Rosado, un presunto rival del narcotráfico
en Brooklyn y fue encontrado culpable de homicidio en primer grado, cuando fue
señalado falsamente como el tirador que liquidó a la víctima, en una
intersección en el vecindario East Nueva York en ese condado.
Lo
sentenciaron a cadena perpetua con opción a pedir libertad condicional cuando
cumpliera 25 años.
Pero
además de los US$4.5 millones que recibió Quezada tenía otra puja judicial de
US$44 millones más, en una demanda contra el Departamento de Correcciones, que
se encarga de la administración de la cárceles y custodia de los presos.
Quezada,
mantuvo su inocencia desde que fue detenidos, pero el entonces fiscal de
Brooklyn, acusado de fabricar numerosos casos contra sospechosos de las
minorías, para justificar sus reelecciones, hacía lo indecible para ganar los
casos en las cortes.
Salcedo,
quien lo señaló como el matador, en una negociación con los fiscales, se
retractó en 2001, diciendo que fue presionado por la Policía y la oficina del
fiscal.
En
la época, el fiscal de Brooklyn, Charles Hynes ordenaba que los “testigos
materiales”, fueran mantenidos en hoteles hasta que declararan, y no se les
permitía salir ni hacer contactos con familiares o amigos, lo que defensores de
derechos civiles, calificaron como secuestro.
Los
hoteles en los que eran encerrados los supuestos testigos de la fiscalía de
Brooklyn, están en las inmediaciones del aeropuerto La Guardia.
Quezada
dijo durante el juicio, que los fiscales encabezados por el fiscal del distrito
de Brooklyn Hynes, ocultaron el hecho de que Salcedo estaba encerrado en un
hotel durante toda la noche, donde fue coaccionado para que declarara contra
él.
En
agosto de 2015, el sucesor de Hynes, difunto Ken Thompson, un fiscal
afroamericano que murió de cáncer el año pasado, pidió a un juez anular el
juicio por asesinato en segundo grado contra Quezada.
El
fiscal se ganó el sobrenombre de “Hotel Hynes”.
Thompson
hizo el movimiento después que su oficina encontró un correo electrónico de
2004 sobre la apelación de la fiscal adjunta Marie Claude Wrenn, que contradice
su insistencia sobre el testigo material, que apareció en 2011.
La
oficina del fallecido fiscal Thompson dijo que los fiscales alegaron que no
podían volver a intentar someter el caso bajo esas circunstancias.
Quezada
presentó una demanda en 2016 en el Tribunal de Reclamaciones del Estado por
encarcelamiento y condena.
Él
presentó su demanda federal contra la ciudad de Nueva York, el fiscal Hynes y
otros funcionarios en noviembre de 2016.
El
abogado de Quezada, David Shanies, rehusó hacer comentarios sobre el acuerdo
con el Estado al igual que las oficinas del fiscal y el Departamento Legal de
la Ciudad.
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