Politica, economía

lunes, septiembre 08, 2014

Manuel Reyes Suero y sus cuentos de Barahona


Bienvenido Matos Pérez (Opinión)
Escribir un libro es tal vez la tarea más encomiable y a la vez la más difícil de cuantas pueda intentar un ser humano en cualquier lugar del universo, Es difícil y más si quien lo intenta vive en un país que se llama República Dominicana, pero peor aún, mucho más difícil resulta si quien lo escribe es nativo de un pueblo llamado Barahona y lo escribe viviendo en Barahona donde no existen las más mínimas condiciones de cómo escribir un libro.

Pienso que escribir un libro desde nuestro pueblo es como escribir una canción bajo el fragor de una guerra en la que no existen las más mínimas posibilidades para otra cosa que no sea la de preservar la existencia, pero aun así hay hombres que cuando no encuentran caminos los fabrican.
Si en un libro cabe el universo y el momento fecundo de su creación, si cabe en un solo verso la vida, su grandeza y sus limitaciones, si una sola palabra es capaz de predecir el futuro y descifrar el presente entonces siempre es necesaria la presencia de un buen libro.

El libro es sombra, agua, techos, salud, paz, felicidad, el libro es todo, tanto que cualquier significación expresada por el hombre le queda corta, por ello es tan reconfortante para mi escribir sobre libro que tiene en sus adentros historias, poesía, novela, emociones, recuerdos y que es al mismo tiempo un libro nacido al calor de las más hondas pasiones, lleno de vivencias desde su creación hasta todo su contenido y en el que su propio autor es parte de la trama que hacen la historia del libro tan extraordinario, me refiero a los cuentos de Barahona I y II, la primera edición fue puesta en circulación en ocasión de la VII Feria Regional del Libro Barahona 2011, en el pabellón de los autores del sur y hoy con orgullo se pone a disposición de quienes aman la literatura y las artes en su mejor expresión.

¿Quién es Manuel Reyes Suero?, un muchacho, todavía joven, oriundo de las entrañas del pueblo de Barahona, que ha vivido casi la totalidad de su existencia en las proximidades del parque de los sueros profesional de la Contabilidad, Amante de los libros, de él puede decirse que es un catador de buenas costumbres, reportero de barrios, auscultador de los sucesos que a veces imperceptibles se suceden en estos promontorios humanos que son nuestros barrios.

Un Biógrafo callado de esos silencios que en nuestras pequeñas comunidades se dan a diario, un asechador del palpitar para irlos vertiendo en el papel que almacenados son después trozos, troncos con lo que él ha ido construyendo sus mejores historias, cuentos que son tan buenos que parece que él en cada cuento construye el Barahona de cada tiempo pasado, de cada rato ausente. ¡Ah se me olvidaba!, Manuel Reyes Suero es el mismo Anguero apodo que su barrio le puso con admiración, tengo un amigo que lo ha definido en el lenguaje barrial como un cómplice de la historia de su pueblo para impedir que las futuras generaciones no tengan por donde comenzar a amar y a entrañar el terruño que los vio nacer.

En las dos versiones de cuentos de Barahona se nos presenta la vida del pueblo, sus emociones, sus costumbres, las que van conformando la cultura que nos define como tal y el los ha hecho recogiendo vivencias, trozos, pedazos de esos momentos que al final son el pueblo en si mismo porque sin ellos el tiempo borraría esos momentos de difícil recuperación para poseer el material del que realmente estamos hechos.

Hay que establecer lo difícil que era para nuestra generación ofender un personaje pintoresco, recuerdo una vez que mi padre me resondro por un comentario burlesco que hice de un enajenado mental que al final resulto un familiar muy cercano.

En los libros de Manuel Reyes Suero se narran las vivencias de un grupo de Hombres a quienes a pesar de tus excentricidades todos mirábamos con respeto y porque no con cierto grado de admiración, por ello al escribir la nota introductoria de su libro Manuel Reyes Suero, el autor lo explica para que quede claro que el propósito que lo anima al escribir y lo dijo al afirmar: - Este humilde libro no está elaborado con la finalidad de denostar a los personajes mencionados en él, sino por el contrario recordarlos y hacer de alguno de ellos marcadas remembranzas, para luego volver a sustanciarlos.

Estos personajes fueron Dioses del Folklore del Olimpo Barahonero que Coadyuvaron con creces a esparcir por doquier como centellas y como hojarascas culturales las más bellas tradiciones del pueblo ¡Hermoso concepto el que inspira este libro!

Libro que pudiera parecer a simple vista un libro de humor pero que al profundizar en su contenido haya el lector tanta diversidad que al final tiene que concluir que ha leído un libro de cuentos, ¡Pero cuentos con historias! Muchas de las cuales pueden fácilmente reflejarnos el rostro de nuestras mejores historias, nuestras mayores poesías porque aunque este demás decirlo un libro no importa la temática que trate debe tener poesía porque sin esta carecería de ritmo y sin ritmo el libro puede ser cualquier cosa menos un libro.

Cuentos de Barahona es una obra singular, extraordinaria en la que su autor fue a descubrir a otros y acabo siendo el descubierto como una figura cimera de nuestras letras como un genio creativo a quienes las musas atraparon en estado de gravidez literaria y lo ayudaron para que su parto fuera feliz ¡Enhorabuena! ¿Cuántos recordamos a Rafael Corporán Gonzales (Guachupliqui)? ¿Y a Lele Lagares? Personaje pintoresco a quien el pueblo le cambio el apellido por el simple hecho de ser un empleado de la familia Lagares y una recua más de Nombres que se han ido extinguiendo con el paso del tiempo como son: Julio el coquero, Candito Cornielle, Papi Ningo, Manuel Batista (La cuica), Toñita la Picua (La silenciosa), Miguel la Ponsoña, Enemencio Suero Suero entre otros que son parte de nuestras mejores historias.

El libro es ameno, sencillo, de fácil lectura, a precio módico, y en él hay hermosas anécdotas de la era de Trujillo y de la atribulada vida de la nación Dominicana después de esta nefasta era, hay pues una grandeza en el autor que con la lectura de la obra es posible que no se pueda detectar. ¿Cuál es? Haber descubierto la forma de escribir y publicar un libro sin dinero, el supo como diagramar, como numerar las paginas, fue su propio corrector de estilo y aprendió sobre la marcha a reproducir impecablemente cada una de sus páginas.


La impresión del libro tuvo el respaldo absoluto del Ateneo de Barahona institución cultural que trabaja en silencio con la altruista misión de elevar el nivel cultural de nuestro pueblo, solo aspiramos que los hombres y mujeres pensantes de nuestra comunidad extendamos nuestras manos generosas aunque sea para empujar al autor a nuevas jornadas en la investigación y la lucha por un Barahona mejor y como Manuel Reyes Suero sigamos haciendo historia, ¡Adelante Barahonero Ejemplar!

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