Evitemos crisis electoral
Por Manuel Hernández Villeta/ A Pleno Sol
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Opinión |
La función central de la
Junta Central Electoral es garantizar la celebración de unas elecciones libres y
democráticas, sin que caiga el país en una crisis política de impredecibles
consecuencias.
Las luchas más terribles son por el poder. Nadie se siente
derrotado. Siempre surgen las apelaciones y las ideas levantiscas. Lo único que
impide las grescas, es cuando hay un organismo ejecutor, que pueda evitar
los choques innecesarios y hacer valer los reglamentos.
Para preparar unas elecciones que sean libres y democráticas, lo
primero es ganar la credibilidad pública, que el pueblo tenga confianza en que
el organismo podría llevar a cabo un proceso limpio, sin prejuicios, sin
inclinaciones y sin torpezas.
La Junta Central Electoral salió mal parada de las primarias de
los partidos políticos, y tuvo inconvenientes serios para lograr la celebración
de las elecciones municipales. A los magistrados hay ahora que darle un voto de
confianza, para que trabajen y puedan organizar las votaciones.
Son elecciones singulares, en medio de un brote epidémico
incontrolable. La campaña política se materializa a través de los medios
de comunicación y las redes sociales, y en el reparto masivo de alimentos,
medicinas y servicios.
Se prevé que la abstención será masiva. Muchas personas tendrán
miedo a ser infectadas por el corona virus. La propaganda para atraer a los
votantes se fundamenta en que si se hace filas para comprar en los
supermercados, o en los bancos, también se pueden colocar el día de las
votaciones. No es lo mismo, pero vamos a ver los resultados de la
propaganda.
La abstención en los últimos procesos electorales ha sobrepasado
el 35 por ciento. Quiere decir que ahora podría llegar a rondar casi el 50 por
ciento. Variar esa correlación dependerá de la tarea organizativa de la Junta,
y el accionar de los partidos políticos.
Las tesis políticas señalan que en medio de una abstención importante,
el que tiene mayores posibilidades de ganar es el que tiene una logística clara
y efectiva, que le permita transportar a ciudadanos a las mesas de votaciones,
y darle un pica-pollo.
Es conveniente que la JCE se reúna con el liderazgo
político nacional, para que se establezcan las reglas claras de juego. Se puede
tratar de realizar un encuentro con los tres principales candidatos, cara a
cara, para que se planteen con claridad las reglas de juego, y se trate de
minimizar la posibilidad de una crisis política.
La única forma de lograr la alternabilidad del poder es
mediante la votación popular. Así que desde ahora hay que garantizar unas
elecciones libres y democráticas. Es la única forma de lograr que la democracia
siga firme. ¡Ay!, se me acabo la tinta.
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