Nuevas caras y líneas
Por Manuel Hernández Villeta/ A Pleno Sol
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Opinión |
En los cuatro principales
partidos, considerados por la Junta Central Electoral como mayoritarios, una
parte considerable del liderazgo medio habla de que es necesario el surgimiento
de nuevas caras y líneas de mando modernizadas.
Pero es una acción de
sonrisas para declaraciones de prensa. Nadie se aparta de los viejos líderes,
ni de los cabezas de tendencia, Ellos dan luz y fuerza, según el entender de
los que prefieren ser postulados de dedo y no por el calor de las masas.
Entre los cuatro partidos hay
dos puños enguantados que gobiernan a su antojo. Quique Antún, del
Reformista Social Cristiano y Miguel Vargas Maldonado, del Partido
Revolucionario Dominicano. Para conseguir posiciones hay que estar en buenas
con esos dos dirigentes.
La historia es diferente en
el de la Liberación Dominicana y el Revolucionario Mayoritario. Las
preferencias están divididas entre sus principales dirigentes. En el PLD,
Leonel y Danilo y en el PRM Abinader e Hipólito. Los demás no tienen
oportunidad de navegar en barca propia, ni les interesa.
Aunque en el PLD hay muchos
precandidatos, la mayoría está esperando que el dedo de Medina lo seleccione,
en caso de que el desista de ir a la reelección. Con Leonel, en su proyecto,
nadie respira. Después de Abinader o Hipólito en el PRM nadie tiene
oportunidad.
Es cierto que en los partidos
políticos dominicanos hace falta sangre nueva, ideas nuevas, formas modernas de
hacer política, pero lo malo es que nadie quiere desplazar a los dirigentes
tradicionales, y más al contrario van a besarle el anillo como un padrino
eterno.
Iniciar nuevos proyectos es
una labor ardua y de mucho trabajo y dedicación. Es a largo plazo y contra la
marea. Se necesitan recursos económicos y amplios equipos de técnicos y
profesionales. Sin fondos es prácticamente imposible levantar un proyecto
político.
Con miras a las venideras
elecciones no veremos sorpresa. Todo se va a decidir entre el liderazgo
tradicional. Pero para no romper con la dialéctica, solo un caso muy esporádico
se podría presentar de una candidatura independiente que consiga el favor
nacional.
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