Dirigentes del Falpo |
El juez Juan Francisco Rodríguez, dispuso la libertad pura y
simple de las dos mujeres por considerar que no tuvieron participación en los
hechos que se le imputaban.
La libertad pura y simple favorece a Jennifer Germosén Rosario y
Ángela Carolina Báez Jacobo.
Mientras
que los miembros del Falpo, Manuel Robinson Morillo Martínez, Juan Antonio
Martínez Paredes, Cristian Ismael Jiménez Rosario, Richard Hernández Peralta y
Gabriel Sánchez Rosario, quienes tendrán presentación periódica y trabajos
comunitarios en los ayuntamientos donde residen por seis meses.
Los dirigentes y activistas del Falpo lanzaron heces fecales a
la fachada del edificio de la Suprema Corte de Justicia el pasado lunes cuando
se conmemoraba el Día del Poder Judicial.
Al salir de la audiencia, Grabiel Sánchez vociferó a decenas de
periodistas que seguían el caso que “derrotamos el intento de criminalizar la
protesta”.
Manuel
María Mercedes Medina, uno de los abogados de los imputados,
dijo que el juez tomó la decisión al considerar que los hechos que se les
imputan no son criminales.
Mercedes Medina consideró que el Juez “se casó con la gloria”,
ya que no aceptó presiones.
El Ministerio
Público y representante del Consejo del Poder Judicial pedían tres meses de prisión
como medida de coerción contra los imputados.
Con las
medidas impuestas el tribunal no acogió el pedimento del Ministerio Público
consistente en prisión preventiva, bajo la acusación de violar los artículos 265,
266, 222, que tipifican la asociación de malhechores, el ultraje y violencia a
la autoridad pública, así como los artículos 17 y 18 de la Ley de los Símbolos
Patrios, además de los artículos 1 y 2 de la Ley 5797 sobre Destrucción de la
Propiedad Pública.
Desde
las 2 de la tarde, decenas de militantes, activistas y dirigentes del Falpo y
otras organizaciones de diversos puntos del país montaron una vigilia en las
inmediaciones del Palacio de Justicia del Distrito Nacional, reclamando la
libertad de sus compañeros.
Además
de corear consignas, levantar partas, encendieron velas y se mantuvieron firme
hasta conocer el veredicto del juez, el cual saludaron.
Los activistas
del Falpo eran vigilados por decenas de agentes de la Policía Nacional y el Ejército
dominicano, así como por agentes vestidos de civil que seguían todos sus
movimientos.
Los activistas
del Frente Amplio de Lucha Popular (Falpo), consideraron la decisión del juez
como una victoria del pueblo, ya que fue un pedido de gran parte de la población.
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