Por Francisco Luciano
Opinión |
Los partidos políticos son
instituciones de interés público, están constituidos por personas que se
afilian en ellos de manera voluntaria, en función de su identidad con el
propósito misionario de los mismos. Algunos partidos
conceden la militancia con la simple inscripción o por las simpatías
manifiestas de los individuos. Otros tienen requisitos para
ingresar, mantenerse y ascender dentro de su estructura
organizacional, requiriendo un conjunto de condiciones previas y de
carácter estatutario. Militar en un partido político precisa
que, el individuo tenga identidad con sus lineamientos y
principios fundacionales, y que además le dedique tiempo,
trabajo y compromiso para con su sostenibilidad en todos los
órdenes.
El militante político, asume
la tarea de organizar las fuerzas del partido y de generarle con sus acciones,
ideas y trabajo, opinión pública favorable para que gane el
corazón del pueblo y pueda acumular la cantidad suficiente de
fuerza organizada para ganar el poder político. La vida del
partido y su éxito, van a depender en gran medida, de la capacidad de sus
militantes y dirigentes para conducirlo de manera asertiva.
La vida de un partido,
es de responsabilidad exclusiva de sus integrantes y por lo
tanto, corresponde a su militancia decidir su rumbo.
La propuesta de realizar
primarias abiertas para decidir el destino electoral e institucional de los
partidos, si bien puede lucir democrática y de pensamiento amplio,
constituiría una aberración, negadora del trabajo de sus miembros,
por cuanto expone el futuro del partido, pues abre la posibilidad a
sus adversarios para que contaminen y manipulen sus decisiones, poniendo al
militante dedicado en las manos de quienes no le conocen o para que
militantes, adláteres, simpatizantes de otras fuerzas, impongan
como candidatos o dirigentes a las personas menos idóneas o menos
identificadas con el carácter ideológico- conceptual del partido de que se
trate.
Qué sentido tiene que
Francisco Luciano, milite en el PTD por 37 años, nunca haya dejado de cumplir
una tarea, ni de realizar su aporte económico para financiarlo, si al momento
de elegir, quien representará esa organización, el vecino que más le contradice
y critica al propio partido, tendrá igual derecho que él, para decidir la
boleta electoral y hasta podrá votar en su contra. Desde
luego, que cuando eso ocurra, la militancia a tiempo completo
desaparecerá, por cuanto dejará de ser el capital de reconocimiento que
aspira obtener todo militante político entre sus compañeros de
lucha e infortunio.
De imponerse las primarias
abiertas, estaremos asistiendo al desmonte de la militancia política
activa y en consecuencia, a la desintegración de los partidos, en
otras palabras, estaríamos labrando el camino hacia la
corporatizacion instrumentalizada de la actividad política, sino a
la privatización de la misma, que inevitablemente pasará a ser
dirigida por quienes tengan más capacidad de maniobra económica.
Las primarias abiertas serían
algo así, como permitir que el adversario adquiera el derecho a
escoger su contrincante favorito. ¿Usted se imagina que los
fanáticos de las Águilas pudieran escoger la alineación de los Tigres del
Licey, a la que quieren enfrentarse?
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