PLD: Hora de decidir
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Francisco Luciano (Opinión) |
Al momento de escribir las
presentes líneas, el calendario nos coloca a catorce meses de la fecha prevista
para celebrar las elecciones generales de mayo 2016, en la que habrá de
elegirse a regidores, alcaldes, diputados, senadores, así como al presidente y
vicepresidente de la República Dominicana.
El Partido de la Liberación
Dominicana y sus fuerzas aliadas lucen imbatibles frente a una oposición que a
la fecha se presenta dispersa frente a la contienda. La debilidad de la
oposición podría convertirse en el principal Hándicap que amenace al liderazgo
morado que deberá hacer un profundo análisis de su estado situacional al
momento de decidirse a seleccionar su candidato presidencial.
La diversidad de posibilidades
del PLD le obliga a definir con prontitud cuál será su candidato para las
próximas elecciones. Sin menos precio de las cualidades excepcionales de
Radhamez Segura, Temístocles Montas, Francisco Javier García y Reynaldo
Pared, quiero analizar las posibilidades de Danilo Medina y Leonel Fernández
que son los líderes más aglutinantes de las fuerzas moradas para el próximo
certamen.
Leonel Fernández ha sido
la figura dominante e invicta en tres elecciones presidenciales dándole
las victorias a su partido. Goza del respeto y el aprecio de una
buena parte de su fuerza y del reconocimiento de los grupos y partidos
aliados al PLD. Cuenta en su haber con grupos y sectores empresariales que les
apoyarán hasta las últimas consecuencias en caso de ser el elegido. No
dudo de que de ser el candidato ganará bajo cualquier circunstancia la
presidencia de la República por cuarta vez.
Leonel tiene como principal
escollo para la presente coyuntura la percepción que se la ha construido en
buena parte del electorado que en la actualidad le asume como un
villano o por lo menos cree que apaño la corrupción durante sus
gobiernos. Este no es un escollo insalvable para una fuerza como el PLD,
ni para una figura de su dimensión, sobre todo porque dicha campaña de
descalificaciones se basa fundamentalmente en la envidia y la calumnia.
Danilo Medina, se ha convertido
en un modelo de referencia en el ejercicio del poder, a tal punto
que la población desea que le siga conduciendo. Sus niveles
de popularidad no son artificiales y cualquiera que se monte en guaguas, en el
metro o que ponga fichas en un domino sabe que si se presenta como candidato la
victoria del PLD seria sin arrugas.
Nadie tiene dudas de que el
principal obstáculo para una postulación suya está en la decisión que tome
el PLD. Si el alto mando morado asume de manera unitaria la decisión de
postular a Danilo, los impedimentos legales no son insalvables.
Si bien es cierto que Danilo
Medina dio su palabra de no buscar la presidencia más allá del 2016, en
el caso de que su partido lo decida, está obligado a concurrir como
candidato, pues el juramento de servir al pueblo de todo corazón,
está por encima de cualquier decisión o voluntad personal.
Muchos afirman que Leonel no
quiere a Danilo o que Danilo no quiere a Leonel, y eso no es cierto.
Ellos saben que se necesitan mutuamente, que todo lo que son se lo
deben al PLD y al apoyo reciproco que se han dispensado. En una
eventual candidatura de Leonel Fernández, Danilo Medina sería el
primero en salir a las calles para buscar los votos que le hagan posible
retornar al poder.
Ante una eventual candidatura
de Danilo Medina, Leonel haría lo propio, pues nadie ama más al Partido
de la Liberación Dominicana que Leonel. Y nadie quisiera más que el
PLD cumpla la promesa de extenderse hasta el 2044 en el poder que él.
Quienes conocen a Fernández saben que nunca ha sido ambicioso y que como
presidente del partido conoce que su rol es mantenerlo unido y conducirlo hacia
la victoria.
Debemos recordar que Leonel
Fernández siempre ha defendido la tesis de que se asuma el modelo
norteamericano de dos periodos y nunca jamás. Y es Leonel quien con mayor
claridad ha expresado que “oponerse a la reelección no es un asunto de
principios, pues no existe un consenso sobre ese particular, de principio
es no matar o no robar” dijo en una ocasión en 2008.
De manera que ni Leonel,
ni Danilo tienen mayor impedimentos para ser postulados que los que puedan
encontrar a lo interno su organización, por lo que deben sentarse y analizar no
solo las fuerzas de los vientos, sino la conveniencias de aprovechar su
dirección, para continuar gobernando al pueblo dominicano, más allá del 2016.
El autor es catedrático
universitario y dirigente del PTD
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