Atender sus cartones
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Cándida Figuero (Opinión) |
El dicho popular de que cada quien
debe "atender sus cartones" no ha escapado en el transcurso del
tiempo al florido lenguaje de intelectuales a saber: Algún diputado, político,
abogado, sociólogo o profesor e incluso ha motivado editoriales.
Atender sus cartones equivale a que
cuando una o varias personas tienen asignadas responsabilidades, por más nimias que sean, deben estar atentas a que se
lleven a cabo mediante el seguimiento permanente a los fines de que concluya
con éxito.
Ocurre que es frecuente que se
delegue en una o varias personas un trabajo o actividad
determinados que involucra recursos o no. Un fallo por desgano o ineficiencia
puede dar al traste con ese compromiso. La soga se puede romper por lo más
fino, pero pesa mucho más en el encargado que si no le da seguimiento le puede
perjudicar por no atender sus cartones.
Puede ocurrir en cualquier lugar del
planeta, pero motiva más interés cuando se trata de de lo que sucede en estos
48 442 km² que lleva por nombre República Dominicana.
Recuerdo un ejemplo añejo. En una
ocasión se produjo una trastada que se recuperó porque la persona a cargo
de esa responsabilidad estaba atenta a sus cartones.
Se trató de una vacunación casa por
casa. Se asignó a cada vacunador una cantidad de dosis para igual número de
personas. En el grupo de quienes tenían esa tarea había un “vivo” que hizo un
trabajo engañoso.
Ese “vivo” terminó más rápido que los
demás, pese a que se auto-asignó el doble de personas.
A los vacunados, el “vivo tenía que registrarlos en un formulario para esos
fines. Su responsabilidad era con 15 personas, pero registró que vacunó 30.
El supervisor salió de su oficina con
aire acondicionado y fue al sector paupérrimo asignado al “vivo” para
determinar lo que había sucedido. Esto le permitió confirmar la falsedad en el
terreno de los hechos. El “vivo no hizo su trabajo, sino que simuló que lo
había hecho al mostrar un falso registro de
vacunados, lo que motivó que fuera cancelado de inmediato y se buscó quien
hiciera lo correcto.
Quien atiende a sus cartones, trátese
empresas públicas, privadas, negocios personales, del hogar, de los hijos, del matrimonio…
tiene mayor oportunidad de evitar los entuertos.
Se recuerda la visita sorpresa del
Presidente Danilo Medina al municipio de Arenoso, en la Provincia Duarte, para
ver los avances de la construcción de un Liceo Secundario cuyos avances estaban
retrasados. Su presencia en ese lugar era una demostración de que estaba atento
a sus cartones y la causa de que viaje constantemente a los pueblos para ver de
primera mano como marchan los procesos.
Abundan quienes están atentos a sus
cartones, pero si quienes sufren de desgano se tornan diligentes y supervisan
en la práctica (no de oído) sus
responsabilidades, probablemente ese ejercicio redunde en mayor beneficio para
todos.
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