El voto popular
Por
Manuel Hernández Villeta/ A Pleno Sol
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Opinión |
En un año electoral, el principal
número de la agenda es garantizar que haya unos comicios libres y democráticos,
donde se respete la voluntad popular. Fácil es hablarlo, pero lo difícil es
conseguirlo.
Vivimos en un conglomerado social
y político donde los fraudes electorales han estado gravitando a
todo lo largo de nuestra historia. A duras penas en más de un siglo se han
organizado un par de elecciones libres y democráticas.
Ahora hay que fortalecer a las
instituciones nacionales. El voto libérrimo del pueblo es lo que da forma y
vida a la democracia. Si hay trasiegos en la voluntad popular, se hace un gran
daño al surgimiento de un estado de derecho.
La Junta Central Electoral llega
a la etapa central de preparación de las elecciones con los pies de gelatina.
Ha tenido encontronazos de relación con las primarias, que se debieron obviar.
La JCE no tenía que organizar ni fiscalizar, ni ser responsable de las
primarias internas de los partidos mayoritarios.
En especial, se veía que entraba
a un terreno envenenado y resbaladizo, cuando pasó a ser el garante de las
primarias del Partido de la Liberación Dominicana. Todo indicaba que
la pugna interna entre peledeistas iba a terminar en división, y que la JCE
saldría mal parada de ese evento.
Nunca la JCE debió entrar a lo
interno de las primarias de los partidos. Ahora tiene que dejar página atrás, y
pasar a trabajar de lleno en la preparación de las elecciones municipales, y
después las legislativas y posteriormente la presidenciales. Es un tramo de
gran trabajo y sobre todo de poner el cuño a la credibilidad.
A la JCE no la desacreditan las
críticas, sino el camino que tiene que recorrer. Si hay verticalidad a toda
prueba, nadie podrá echar lodo sobre el accionar de los miembros del organismo
de elecciones.
No dudo de la honorabilidad de
los magistrados, pero tienen que asimilar las críticas, y saber que las voces
disidentes no significan que se está erosionando su moral.
Estas van a ser unas elecciones
complejas, muy difícil. La sombra de la segunda vuelta abre las puertas a todas
las posibilidades. En ese marco siempre estarán presentes los hechos negativos
de nuestra historia electoral: la venta de cedulas, la compra de conciencia,
las amenazas, los trastrueques de votantes y las falsas encuestas matizadas a
boca de urnas.
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