Politica, economía

jueves, febrero 25, 2016

Verdad y mentira

Por Manuel Hernández Villeta/A Pleno Sol

Opinión
La verdad es difícil de conocer. Se muestra oculta detrás de las apetencias grupales o personales. Cada cual pone ante sus ojos la parte que considera que es verdad y rechaza las mentiras. Lo trascendente es saber cuándo hay verdad y buenas intenciones, o se quiere tapar el sol con un dedo.

Sea de primero o sea de último, en las contiendas políticas y los enfrentamientos sociales, la verdad se pierde. Es un renglón de coyuntura. Hoy, es una pelota de balompié que está en la cancha del mejor jugador.

Y es que la objetividad en cualquier renglón de la vida es vista como una anticualla. Más pesa hoy el peso, que hablar con sinceridad y apegado a los hechos. Estamos en la era de los mutilados mentales.

Teóricos a los cuales quizás nunca les importe cuál dosis de verdad o mentira tenían en sus manos, garrapàtearon la expresión de que la primera víctima de la guerra era la verdad. Pero en la selva de las opiniones es casi imposible digerir cuando se habla con la propiedad de la conciencia en las manos.

Las grandes guerras, y las guerrillas impenitentes, han estado tachonadas de mentiras y de fuego fatuo. Los objetivos y su ilustración dependen del beneficio que ofrezcan en forma inmediata, sin importar el próximo paso a dar.

La religiosidad también falta a un postulado central de la Escritura. Hay curas y pastores que le temen a la verdad. Ocultan los deberes de conciencia y mienten, para reinar en un mundo de narigoneados. Sin embargo, la verdad logra permanecer limpia, pura y sale a flote en el momento conveniente.

Ningún hecho u acontecimiento puede ser ocultado y manipulado por siempre. Al correr de los años se desvelan los papeles viejos, y lo que se quiso ocultar, sale a la luz del Sol. Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. Carajo, cuanto esfuerzo da que se cumpla ese sermón que debe ser luz en la vida diaria.

En la actividad política partidista parece que lo menos importante es la verdad. Se puede pensar que inclusive la verdad es molestosa, causa ronchas y es un enemigo a vencer.  Lo bueno de la verdad, es que no tiene amigos ni enemigos, sino que expone consideraciones en base a un mensaje de conciencia.

Puede ser que el problema con la verdad esté en que al día de hoy, para muchos, la conciencia es un manojo de billetes. Se ahogan las penas de la existencia y la flojedad y ceguera intelectual, remozados en el oro corruptor. ¿Quién nos salva de esta podredumbre?.

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