Antonio Taveras Guzmán |
La organización empresarial, presidida por Antonio Taveras
Guzmán, emitió su “Proclama de Enero” en la que lamentó que los
números positivos que siempre depara el Banco Central no
se traduzcan en bienestar general para la población, afectada por la inequidad,
la concentración del ingreso y las escasas oportunidades para todos.
Sostuvo que, si bien es importante recibir año tras año la
información oficial sobre uno de los más altos crecimiento del Producto Interno
Bruto (PIB) en América Latina, con baja inflación y estabilidad en la tasa de
cambio, las finanzas públicas se sustentan en un esquema impositivo que ha
fracasado.
En ese contexto, la AEIH planteó la urgente necesidad de una
reforma fiscal abarcadora para corregir la informalidad de la economía, que no
se limite sólo a recaudar y a elevar la presión tributaria, sino que ayude a
resolver la iniquidad y elimine los privilegios irritantes de que gozan algunos
sectores.
“Necesitamos una reforma que sirva de sostén al desarrollo
equitativo de la sociedad en su conjunto, ayude a disminuir la desigualdad,
gestione mejor las inversiones pública para elevar el gasto social y
elimine las discrecionalidades presupuestarias”, proclamó Taveras Guzmán.
Indicó que, paralelamente, el país requiere la promoción de la
competencia, la regulación de los mercados para que estén menos capturados y se
conviertan en generadores de bienestar para la población con oferta de bienes y
servicios de calidad, a precios competitivos y con las mejores prácticas
comerciales.
“Somos una economía pequeña, pero con muchas potencialidades,
gente, empresas medianas y pequeñas con capacidad de lucha, de emprendimiento e
innovación, pero que requiere un marco de competencia que reduzca las
distorsiones en los mercados”, planteó el dirigente empresarial.
Asimismo, la agrupación empresarial llamó la atención sobre la
precaria institucionalidad y el bajo nivel de desarrollo político que inciden
en una justicia inoperante, con poca credibilidad y en la falta de un sistema
de consecuencia para quienes violan las leyes y las normas.
“El gran reto de nuestro país es resolver el desorden institucional,
que es la raíz de todos los males, que afectan e impiden nuestro desarrollo,
como las fallas del sistema judicial, la corrupción, la baja calidad de la
educación, la crisis en los servicios de electricidad, transporte y salud”,
subrayó.
La AEIH llamó al liderazgo político y empresarial a replantear su
compromiso con un proyecto de nación en el marco de un gran pacto social que
permita la ejecución de la Estrategia Nacional de Desarrollo sin importar el
cambio de caras en la dirección del Estado.
“La causa principal de la pobreza no es sólo la falta de
financiamiento y ni de recursos económicos, sino el escaso compromiso con el
progreso colectivo del liderazgo social, político y empresarial”, apuntó el
presidente de la AEIH.
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