Neo
Carmona
Opinión |
Si
de embajadores se trata, don Nico los prefiere pedófilos y pederastas como el
nuncio apostólico de la Santa Sede Josef Wesolowski. De esos que van en
vehículos oficiales de la nunciatura y recogen niños del malecón de Santo
Domingo para satisfacer sus perversidades. Estos les gustan tanto que les
advierte del peligro que corren y los ayuda a salir del país para que evadan
sus responsabilidades, para que no paguen por sus atrocidades y puedan “morir”
impunes, borrachos y drogados por allá por Roma, donde empezó la farsa.
Pero
la investidura es solo un ingrediente extra que los hace más exquisitos. De
igual forma les encantan aquellos sadomasoquistas que violan niñas y niños en
albergues, los que queman cárceles con todo y testigos para evitar llegar a responsables
de más envergadura, los tipo el padre Gil de Juncalito, compatriota de su socio
el nuncio, que violaba los niños bajo su cuidado.
Otros favoritos del cardenal
El
sacerdote Domingo Espinal, sentenciado a 15 años por violar a un menor de 14 en
el sector Invi.
Priamo
Tejada, el obispo de Baní-San Cristóbal que secuestró y sometió a violaciones a
un ciudadano cubano en los Estados Unidos a quien ayudó a salir de Cuba y luego
amenazaba con hacerlo deportar si no satisfacía sus deseos sexuales.
El
cura de Bonao, el Padre Jhonny de Costanza y largo etcétera que se queda dentro
de las parroquias, iglesias y seminarios.
James
"Wally" Brewster, un embajador abierta y responsablemente homosexual,
casado con su pareja con la cual tiene 27 años de convivencia y luchando en pro
de los derechos de las minorías discriminadas inmisericordemente por Don Nico y
su iglesia, resulta ser demasiado fino para el paladar perverso de su eminencia
reverendísima cardenal de Jesús Nicolás López Rodríguez.
Don
Nico los prefiere pedófilos y pederastas y "Wally" no encaja. De
ahí su animadversión hacia este. Le resulta una afrenta a su doble moral que
"Wally" sea honesto, monógamo y defensor de los derechos de la suya y
otras minorías.
Se
dice que aquel que encubre a un ladrón resulta ser tan ladrón como este.
¿Qué
podemos decir de aquel que encubrió y ayudó al nuncio Wesolowski a salir del
país?
Estoy
confundido con Nico.
El
autor es estudiante y servidor universitario.
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