Politica, economía

martes, diciembre 08, 2015

Apocalipsis venezolano

Por Manuel Hernández Villeta/A Pleno Sol

Opinión
La revolución bolivariana de Venezuela da un gran tropezón. Hay una terrible derrota política al naufragar los seguidores de Chávez en las elecciones congresuales. No se esperaba una derrota tan contundente, y en consecuencia que los chavistas perdieran el poder del Congreso.

Tras una derrota política viene la auto-crítica y la reflexión. Antes de dar pasos al frente, hay que saber a fondo lo que motiva la derrota y aplicar los correctivos de rigor. Dar saltos hacia adelante, sin eliminar el rastro tormentoso es ir hacia el vacío.

Los seguidores de la memoria de Chávez carecen de  tiempo para pensar mucho, pero  tienen que meditar y actuar  de acuerdo con sus circunstancias. Perdieron los comicios, sufrieron una seria derrota política, cuyos estragos se comenzarán a ver en el mes de  enero.

Le es necesario dar dos pasos hacia atrás, antes de coger impulso. Los chavistas tienen que revisar su forma de lucha; las atenciones que dan a los pobres y menesterosos; sus relaciones de enfrentamiento con el gran capital; el diálogo con los Estados Unidos y sobre todo salir de la crisis económica.

La derrota  fue una experiencia política desgarradora y no se soluciona ahora con decir que los responsables son los norteamericanos y los europeos. Cierto, se sabe desde la época de esplendor de Chávez que los imperios son enemigos de la revolución bolivariana y que si pueden se la llevan en las garras, de ahí que nada nuevo se está diciendo.

Hay dos escenarios para los cuales los chavistas tienen que estar preparados para enero, y prevenir  que  los  sorprendan y se vayan  de paro. Los nuevos legisladores van a votar una ley de amnistía para poner en libertad a todos los que consideran presos políticos, incluyendo a Leopoldo López, al que se califica  de responsable de las movilizaciones callejeras bautizadas como Las Guarimbas.  De entre las rejas va a salir a las convulsas calles uno de los principales dirigentes de oposición, convertido por el gobierno en su principal adversario.

Esta será la segunda derrota política de los chavistas, pero viene otra situación, que no puede llegar a ser un nuevo fracaso. Con la mayoría de los representantes, las fuerzas de oposición trataran de  dar base legal a un referéndum -o como se le quiera llamar- para desalojar al gobierno de Nicolás Maduro y llamar a nuevas elecciones. Un intento de Golpe de Estado institucional.

Venezuela hoy está en profunda crisis. Una oposición que se regodea en un victoria política, y el chavismo golpeado, pero no vencido, teniendo la seguridad de que se puede recuperar y seguir siendo la principal fuerza política de Venezuela.


Mi perspectiva para la crisis de Venezuela es lóbrega y dolorosa: si no hay diálogo habrá guerra civil. Vamos a esperar los acontecimientos del mes de enero, para determinar si puede haber convivencia. Si las puertas se cierran al consenso, entonces se abrirán las escusas para que entren en acción los jinetes del Apocalipsis.

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