Por:
Misael Pérez Montero
Opinión |
¿Por qué se está dando este hecho?
Porque cada uno de los miembros de esa tendencia peledeista está solamente
centrado en sus ambiciones personales de poder, creyendo que con ello podría
heredar el control y el liderazgo de Medina; sin importarles si ese partido, su
partido; se desgarra en pedacitos; nadie quiere menos; todos ellos quieren más
y más.
Pero al parecer se les ha olvidado
que en el mundo de hoy, sin embargo, es muy peligroso parecer demasiado ávido
de poder, dejar notar, abiertamente que no importan los medios utilizados,
decorosos o indecorosos, con tal de lograr sus objetivos. Este proceder, más
temprano que tarde, se les ha de convertir en un arma de doble filo.
Aparentemente están obviando la parte más importante, y es que se les hace
necesario quieran o no para su propia sucistencia, aprender que en política
todo/as son necesario/as.
Adversar e insinuar que su propio
presidente de partido “El León” no es necesario para un posible triunfo en el
2016 me parece que están pichando un juego peligroso, ya que no es un secreto
para nadie que con las bases del partido desencantada por promesa incumplidas,
más el exceso de renuncia en esa organización, se le podría poner un poco
difícil la situación al partido de gobierno. Apelar solamente a la popularidad
y el romance que este tiene con el pueblo, tomando en cuenta que en estos
países donde peso mato a conciencia la popularidad es efímera, no me parece de
que sé esté apelando a la sensatez.
Estos indudablemente se muestran
sutil y democrático pero en realidad se comportan como zorro al asecho;
simuladores, astutos, audaces, calculadores y sobre todo insensibles; capaces
de aplicar su puño de hierro “innecesariamente” contra sus propio amigos ó
compañeros de partido siempre que estos salgan en defensa de la empleomanía,
cuyos ingresos es de $10.000 pesos mientras la canasta familiar oscila entre
los $25.000 a $30.000 mil pesos. Capaces de sepultar políticamente a quienes
cometan la osadía de cuestionar la corruptela existente en las instituciones
del Estado como: OISOE, Suprema Corte de Justicia (SCJ) donde la semana pasada
fueron suspendido e investigado por corrupción 5 jueces; la inseguridad
ciudadana, etc., etc.
Este juego de duplicidad que tiene el
Danilismo de allantar al pueblo y subyugar a la dirección media; con
nombramientos a familiares y amigos y a la dirección baja, excluyéndolos de
voz, es lo más parecido a las políticas que implementan los gobiernos populista
en sus inicios para luego pasar al autoritarismo; ya sean de derecha o de
izquierda dentro de nuestro país y en cualquier parte del mundo.
Estas intrigas exhibidas por la alta
dirección de esta tendencia imita las viejas cortes aristocráticas que a lo
largo de la historia siempre se formaban en torno al yoismo o la persona en el
poder: el rey, la reina, emperador, el líder. En nuestro caso en Danilo.
También es de entender que el anillo
palaciego, encargados de llevar a su líder hasta la más alta cúspide de la
magnanimidad; se encuentran en una situación especialmente delicada: deben
servir a este como el peón al amo, pero sin dar la impresión de ser unos
aduladores, porque si intentan ganarse el favor de este demasiado abiertamente,
los otros del mismo equipo y con igualdad de rango actuarían al instante contra
ellos.
Pero estos no solo actuarían uno
contra el otro; sino que también crucificarían a su líder si el sucesor les
garantiza mejores beneficios; por tanto, cambiarían de bando según los vientos
soplen, y evidenciado está que con la coacción o la traición tradicional o
cobarde, como quiera llamársele. Estos políticos perfectos, crearon mediante la
seducción, el encanto, el engaño y la estrategia sutil, siempre planeando un paso
más allá, la deshonra de aquel que les dio de comer, de vestir y les entregó
los pingües beneficios y comodidades que suple la aristocracia en cualquier
parte del mundo.
Pero el único culpable de esta
traición fue el mismo traicionado “El León”. Este jamás se percató de que sería
el Cristo de sus propios Judas debido a que solo se limitó a crear formulas
para mantenerse en el gobierno, a través de su partido; el tiempo deseado una
vez llegado a palacio. Este olvidó la reglita de oro de todo político moderno
que entre amigos de política y en palacio existe un juego sin fin que requiere
estar siempre alerta con los adversarios externos e internos y tener siempre
buenas tácticas con los más allegados y familiares. Hacerse la idea de que
existe una guerra civilizada.
Danilo contrario al “León” trabajó en
silencio y en secreto contra cualquiera de entre ellos que intentó levantar
cabeza. Este era el dilema y es aparentemente del actual presidente de la República:
a la vez que parece ser más astuto que sus colegas, también tiene la virtud de
cortar de raíz a los enemigos y amigos de la forma más sutil. El peledeista
“Danilo” más exitoso aprendió con el tiempo a hacer todos sus movimientos de
una forma indirecta; si apuñala a su contrario por la espalda, lo hace con un
guante de terciopelo, la sonrisa más amable, y un silencio sepulcral.
Hoy el peledé se enfrenta a una
paradoja política, curiosamente, implementada por quien se creía era el llamado
a salvar las bases de esa organización. En estos momentos dentro de esa
organización el Danilismo ha implementado que todo debe parecer civilizado,
decente, democrático y justo. Pero si seguimos esas reglas de formas estrictas,
si nos la tomamos literalmente, los que nos rodean, que no son tan ingenuos,
saben que las cosas no son así.
Este partido se ve a sí mismo como el
pináculo del refinamiento, pero bajo la superficie brillante bulle un estado de
oscuras emociones: avaricia, lujuria, y odio entre sí creado por quienes se
creía eran los llamados a romper este flagelo político dentro de esa
organización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario