Ernesto Zabala habla durante las honras fúnebres |
En los
tres escenarios dónde sus restos fueron velados y se le dio su último adiós,
los que le conocieron de cerca destacaron su trayectoria de lucha en defensa de
los más necesitados.
El
activista social aglutinó en su velatorio y sepelio a decenas de dirigentes
revolucionarios, comunitarios, populares y sociales con lo que compartió desde
muy joven cuando ingresó a la Línea Roja del 14 de Junio (1J4),
luego en el Partido de
los Trabajadores Dominicanos (PTD), y así hasta llegar a la
vicepresidencia del Movimiento Patria Para Todos/@ (MPT).
Chacuey,
como se le conocía en la Línea Roja y en los primeros años del PTD
falleció el miércoles a la 1:30 de la tarde víctima de un fulminante infarto al
corazón, mientras laboraba en su oficina y fue conducido a la Clínica Abreu,
dónde oficialmente lo declararon muerto.
Almanzar
tuvo como primera profesión agrónomo, se hizo abogado hace unos años, pero eso
nunca lo apartó de las luchas populares, comunitarias y políticas.
Frente a
su féretro en la funeraria Blandino pasaron líderes políticos dominicanos de
todos los colores y tendencias ideológicas y políticas, ya que tenía buenas
relaciones con todos los que los trataron.
Ramón
Almánzar tomó notoriedad en las luchas de los agrónomos agrupados en su
asociación, el Anpa, luego a la cabeza del Colectivo de Organizaciones
Populares a finales de los años 80s y los 90s. En varias ocasiones estuvo
detenido.
Este
jueves, frente a su ataúd, en el local de su organización y en el Cementerio
Jardín Memorial, sus familiares, camaradas y amigos resaltaron sus virtudes
como ser humano, como activista social y dirigente político.
En el
local, habló Fulgencio Severino,
candidato presidencial del Movimiento Patria para Todos, quien completa la
boleta con Mary Cantisano, esposa de Almánzar. Allí destacó las virtudes de su
compañero de mil batallas.
Un amigo
que vino de Moca, de dónde era oriundo, y cuyo nombre no se pudo obtener leyó
algunos rasgos biográficos de Almánzar, mientras otro joven recitó un poema.
Cuando el
cortejo fúnebre salía del local del Movimiento Patria Para Todos,
en la avenida Bolívar, Idalia Almánzar,
su madre sostuvo el ataúd, afincándose en su bastón dijo “yo te parí y te
llevo a la tumba hijo querido con dolor”.
La
carrosa fúnebre, con más de unas veintenas de coronas de flores, se fue
deslizando por las congestionadas calles y avenidas de la ciudad franqueada por
varios agentes motorizados de la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet),
que le abrieron paso en las horas de los tapones en una tarde de 33 grados
Celsius.
Ya en el cementerio Jardín
Memorial, cuando el reloj marcó las 4:48 de la tarde, entre
aplausos, flores y lágrimas comenzaron a caminar con el féretro hasta su última
morada, dónde lo esperaban cientos de personas llegadas de todas partes, entre
ellos, los trabajadores cañeros que exhibían en toda parada un cartel “Ramón
Almánzar ejemplo para Cañeros. Triste estamos. Tu lucha la continuamos”.
Sus más
cercanos colaboradores y familiares montaron una guardia de honor, y como en
otros escenarios, no se permitió que los periodistas tomaran fotos o videos de
su cadáver.
Iván
Rodríguez, camarada inseparable de Almánzar lo definió como un hombre
honesto e indoblegable, defensor incansable en la lucha por alcanzar la
soberanía plena de la nación y el bienestar del pueblo dominicano.
Dijo que
hay hombres que no se venden y no hay oro que lo compre, refiriéndose al
compañero que despedía bajo la bandera amarilla y verde del MPT y un manto de
flores blancas.
Durante
el panegírico que pronunció el veterano dirigente revolucionario adelantó que
Almánzar no se ha ido, “lo veremos en cada lucha social que se desarrolle en el
país…Ramón vive, la lucha sigue”.
Luego
intervino Manuel Salazar,
secretario general del Partido Comunista del Trabajo (PCT),
quien destacó las cualidades de Almánzar, “honestidad”, “solidaridad” y
“voluntad política”.
Narciso
Isa Conde, del
Movimiento Caamañista dijo que es imposible hablar de Ramón sin recordar la
lucha del Anpa, los movimientos sociales y el Colectivo.
Ernesto
Zabala, de la Convergencia por un Mejor País, dijo que la tarde del miércoles
la partida de Almánzar llenó de tristeza a todos los corazones nobles de
nuestro país.
Aseguró
que “la ida a destiempo de Ramón es una pérdida sensible y un duro golpe para
el movimiento de izquierda y las fuerzas democráticas de la República
Dominicana”.
Zabala
recordó los tiempos vividos con Almánzar cuando la militancia política era
clandestina en la Línea Roja y entonces el joven Ramón tenía como seudónimo
Chacuey, así como en los primeros años del PTD, organizaciones en la que militó
en sus primeros años de existencia.
Allí,
frente a su sarcófago estaban además sus hijos Aldo, Amilcar y Amelia,
despidiendo a un padre amoroso que lo sacrificaba todo para estar con ellos.
También su compañera Mary Cantisano, sus
hermanos y otros familiares.
Ramón
Almánzar se marchó de este mundo a la edad de 62 años, en una tarde soleada,
rodeado de sus mejores amigos y camaradas, y de la familia a la que adoraba con
locura.
Cuando
una joven del Jardín Memorial pidió permiso para abrir el ataúd antes de
bajarlo a su última morada, y el ambiente se lleno de dolor y muchos sintieron
un nudo en la garganta, doña Idalia Almánzar, volvió a tomar las riendas y
elevó unas plegarias cristianas por el hijo que ya no volvería a ver.
Ernesto
Zabala concluyó
sus palabras recordando a Manuel del Cabral cuando expresó:
“Su voz
no está enterrada
¡No cabe
en la muerte un hombre!
Hay
muertos que van subiendo cuando más su ataúd baja…
Hay muertos
como raíces que hundidas…dan frutos al ala”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario