Politica, economía

viernes, mayo 29, 2015

Dan el último adiós a Ramón Almanzar

Ernesto Zabala habla durante las honras fúnebres 
SANTO DOMINGO NORTE.- A las 5:42 de la tarde de este jueves comenzó a descender a su tumba el cuerpo del dirigente revolucionario y popular Ramón Almánzar (Chacuey), sin embargo, muchos entienden que su grandeza se eleva.
En los tres escenarios dónde sus restos fueron velados y se le dio su último adiós, los que le conocieron de cerca destacaron su trayectoria de lucha en defensa de los más necesitados.

El activista social aglutinó en su velatorio y sepelio a decenas de dirigentes revolucionarios, comunitarios, populares y sociales con lo que compartió desde muy joven cuando ingresó a la Línea Roja del 14 de Junio (1J4), luego en el Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD), y así hasta llegar a la vicepresidencia del Movimiento Patria Para Todos/@ (MPT).
Chacuey, como se le conocía en la Línea Roja y en los primeros años del PTD falleció el miércoles a la 1:30 de la tarde víctima de un fulminante infarto al corazón, mientras laboraba en su oficina y fue conducido a la Clínica Abreu, dónde oficialmente lo declararon muerto.
Almanzar tuvo como primera profesión agrónomo, se hizo abogado hace unos años, pero eso nunca lo apartó de las luchas populares, comunitarias y políticas.
Frente a su féretro en la funeraria Blandino pasaron líderes políticos dominicanos de todos los colores y tendencias ideológicas y políticas, ya que tenía buenas relaciones con todos los que los trataron.
Ramón Almánzar tomó notoriedad en las luchas de los agrónomos agrupados en su asociación, el Anpa, luego a la cabeza del Colectivo de Organizaciones Populares a finales de los años 80s y los 90s. En varias ocasiones estuvo detenido.
Este jueves, frente a su ataúd, en el local de su organización y en el Cementerio Jardín Memorial, sus familiares, camaradas y amigos resaltaron sus virtudes como ser humano, como activista social y dirigente político.
En el local, habló Fulgencio Severino, candidato presidencial del Movimiento Patria para Todos, quien completa la boleta con Mary Cantisano, esposa de Almánzar. Allí destacó las virtudes de su compañero de mil batallas.
Un amigo que vino de Moca, de dónde era oriundo, y cuyo nombre no se pudo obtener leyó algunos rasgos biográficos de Almánzar, mientras otro joven recitó un poema.
Cuando el cortejo fúnebre salía del local del Movimiento Patria Para Todos, en la avenida Bolívar, Idalia Almánzar,  su madre sostuvo el ataúd, afincándose en su bastón dijo “yo te parí y te llevo a la tumba hijo querido con dolor”.
La carrosa fúnebre, con más de unas veintenas de coronas de flores, se fue deslizando por las congestionadas calles y avenidas de la ciudad franqueada por varios agentes motorizados de la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet), que le abrieron paso en las horas de los tapones en una tarde de 33 grados Celsius.
Ya en el cementerio Jardín Memorial, cuando el reloj marcó las 4:48 de la tarde, entre aplausos, flores y lágrimas comenzaron a caminar con el féretro hasta su última morada, dónde lo esperaban cientos de personas llegadas de todas partes, entre ellos, los trabajadores cañeros que exhibían en toda parada un cartel “Ramón Almánzar ejemplo para Cañeros. Triste estamos. Tu lucha la continuamos”.
Sus más cercanos colaboradores y familiares montaron una guardia de honor, y como en otros escenarios, no se permitió que los periodistas tomaran fotos o videos de su cadáver.
Iván Rodríguez, camarada inseparable de Almánzar lo definió como un hombre honesto e indoblegable, defensor incansable en la lucha por alcanzar la soberanía plena de la nación y el bienestar del pueblo dominicano.
Dijo que hay hombres que no se venden y no hay oro que lo compre, refiriéndose al compañero que despedía bajo la bandera amarilla y verde del MPT y un manto de flores blancas.
Durante el panegírico que pronunció el veterano dirigente revolucionario adelantó que Almánzar no se ha ido, “lo veremos en cada lucha social que se desarrolle en el país…Ramón vive, la lucha sigue”.
Luego intervino Manuel Salazar, secretario general del Partido Comunista del Trabajo (PCT), quien destacó las cualidades de Almánzar, “honestidad”, “solidaridad” y “voluntad política”.
Narciso Isa Conde, del Movimiento Caamañista dijo que es imposible hablar de Ramón sin recordar la lucha del Anpa, los movimientos sociales y el Colectivo.
Ernesto Zabala, de la Convergencia por un Mejor País, dijo que la tarde del miércoles la partida de Almánzar llenó de tristeza a todos los corazones nobles de nuestro país.
Aseguró que “la ida a destiempo de Ramón es una pérdida sensible y un duro golpe para el movimiento de izquierda y las fuerzas democráticas de la República Dominicana”.
Zabala recordó los tiempos vividos con Almánzar cuando la militancia política era clandestina en la Línea Roja y entonces el joven Ramón tenía como seudónimo Chacuey, así como en los primeros años del PTD, organizaciones en la que militó en sus primeros años de existencia.
Allí, frente a su sarcófago estaban además sus hijos Aldo, Amilcar y Amelia, despidiendo a un padre amoroso que lo sacrificaba todo para estar con ellos. También su compañera Mary Cantisano, sus hermanos y otros familiares.
Ramón Almánzar se marchó de este mundo a la edad de 62 años, en una tarde soleada, rodeado de sus mejores amigos y camaradas, y de la familia a la que adoraba con locura.
Cuando una joven del Jardín Memorial pidió permiso para abrir el ataúd antes de bajarlo a su última morada, y el ambiente se lleno de dolor y muchos sintieron un nudo en la garganta, doña Idalia Almánzar, volvió a tomar las riendas y elevó unas plegarias cristianas por el hijo que ya no volvería a ver.
Ernesto Zabala concluyó sus palabras recordando a Manuel del Cabral cuando expresó:
“Su voz no está enterrada
¡No cabe en la muerte un hombre!
Hay muertos que van subiendo cuando más su ataúd baja…
Hay muertos como raíces que hundidas…dan frutos al ala”.

Y un ¡Hasta siempre compañero!
Guardia de honor 

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