Politica, economía

lunes, septiembre 08, 2014

Rebeldes con causa

A Pleno Sol
Manuel Hernámdez Villeta (Opinión)
Las protestas de muchas organizaciones  populares, no pasan de ser un tremendismo. 

Buscan cualquier pretexto para salir a las calles, pero sin un programa claro de realizaciones.
De primera impresión se da el caso de que dirigentes sin nombre, quieren catapultarse a las páginas de los periódicos en base a la sangre que se derrama en protestas que pueden ser buenas en sus intenciones, pero malas en su programación y preparación.

Lo primero que los grupos populares tienen que tener presente es que ninguna conquista mínima y muy localista vale la pérdida de una vida, o un daño a la propiedad de un pequeño comerciante, donde se pueden facilitar dos ó tres empleos.

Muchos que no han leído los clásicos caen en una posición de anarquismo, donde lo importante es la tea y no el mensaje. El tremendismo en las protestas impide el crecimiento de estos grupos, y los aleja de ser objeto  de catapultarse en el corazón de las masas.

Esgrimen un pliego de conquistas sobre hechos que son reales, de abandono y olvido de sus comunidades, pero no saben mantener el alcance de sus objetivos. Cuando se lanzan a las calles con la pica, únicamente se perjudican de la represión y los gases lacrimógenos los que residen en esas áreas.

No hay ni siquiera una perspectiva de llegar con un mensaje claro a los medios de comunicación y ganarse el favor popular. El país necesita organizaciones que salgan del corazón del pueblo, luchando por reivindicaciones de las minorías.

Pero estos anarquistas de nuevo cuño deben comenzar a estudiar los movimientos políticos mundiales. Los cambios llegan no a través de la mano que empuña la tea, sino de la cabeza que piensa. En un instante tea e ideas se juntan, pero el desorden en reflujo de masas no pasa de ser una simple molestia pasajera.

Pocas de estas protestas han logrado verdaderas conquistas sociales. Inclusive fue un lujo de clase media y de jóvenes adinerados la lucha por el cuatro por ciento. Con recursos millonarios los que buscaban el aumento del presupuesto de Educación jugaron su papel, que en el fondo favoreció a empresarios y dueños de colegios.

El derecho a la protesta es sagrado, el avance político y social de los grupos populares es indetenible, pero cuando se toma un camino de violencia sin sentido, entonces los revoltosos deben tomar en cuenta hacia donde van, y cuál podría ser su futuro.

Reflexión es lo que hace falta, entre los que por derecho son protestantes, pero también los que aportan la sangre cundo los ánimos se calientan. Derecho a  la protesta, pero sin enfrentamientos  sangrientos, porque en definitiva son rebeldes con causa que deben ser escuchados.

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