Milton Olivo (Opinión) |
Nadie estaba más
feliz que quien escribe, con la aprobación del Congreso Nacional del proyecto
Lomas Miranda Parque Nacional. Inclusive, lo asumí como mi regalo de cumpleaños
el pasado 31 de agosto.
Sorpresa,
indignación y sentirme defraudado; fue mi primera reacción con la
observación del presidente al referido proyecto de ley.
Y sé, que el
principal interés de la sociedad, del país, de los grupos organizados; es
asegurarse que no venga mañana un sinvergüenza un vende patria, un corrupto
y de permiso de explotación, de ahí el interés de que sea Parque
Nacional.
Y sabiendo que
FALCONDO, lo que tiene es una concesión de exploración, y que para tener el
permiso de explotación requiere el permiso medioambiental, el cual le fue
negado por las autoridades. Y que en caso de aprobación de Parque Nacional,
solo había que pagarle las tierras que había comprado, si demostraba propiedad
mediante el correspondiente titulo.
Pero viendo la cosa
en perspectiva y absolutamente ausente de pasión, tomando en cuenta que vivimos
en un mundo globalizado, viendo el caso de Venezuela y la lastimosa
situación en que se encuentra por la ausencia de inversión extranjera, intento
entender la posición del presidente Medina.
Lo primero es, que
el presidente Medina ha afirmado; ¡Loma Miranda no será explotada! Porque el
estado le ha negado el permiso medioambiental. De manera que ahí hay un
seguro, aunque provisional.
Lo segundo es,
que con su observación al proyecto de Ley, envía un mensaje a los
inversionistas internacionales de que es un país que respeta y tiene
consideración con la inversión extranjera. De manera que contrario a Venezuela,
la no explotación, no será por decisión política, sino por disposiciones
legales pre-establecidas.
De manera que los
grupos nacionalistas, patrióticamente comprometidos con el interés nacional,
inclusive aquellos dispuestos a recurrir a la violencia si es necesario,
les digo, démosle un voto de confianza al presidente.
Interpretemos su
jugada en el contexto de una economía globalizada. Por un país que requiere y
busca una masiva inversión extranjera. Y que viene construyendo una marca país
de un lugar donde se respeta el estado de derecho, y donde no hay riesgo para
la inversión.
Total, no creo que
nadie en su sano juicio, se atreva, ni en el presente ni en el futuro, a dar
permiso para la explotación de Loma Miranda. Y en caso de hacerlo nos
tendría a todos, inclusive, a un muy poderoso sector militar nacionalista
existente.
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