Hipólito Mejía, ex-presidente de la República |
SANTO DOMINGO.- El ex
presidente Hipólito Mejía lamentó la muerte de la ex primera dama de la
República, doña Renée Klang de Guzmán, esposa y viuda del fenecido presidente
Silvestre Antonio Guzmán Fernández.
A continuación el
texto integro de la carta del ex presidente Hipólito Mejía.
Con la muerte de doña
Renée Klang de Guzmán, esposa y viuda del Presidente Silvestre Antonio Guzmán
Fernández, la nación queda huérfana de su ejemplar conducta pública y privada,
su don de gentes y preocupación por los demás, plasmada en su creación más
conocida: el Consejo Nacional de la Niñez (CONANI).
Su fina imagen de dama
distinguida siempre estuvo, sin embargo, acompañada de la humildad y la
elegancia, así como de la amistad que cultivo en todo el país, con la
delicadeza de una flor de invernadero.
La nación la vio
participar con su esposo en las alturas del poder político sin perder la
sencillez que la caracterizó en todos los actos de su vida.
La llegada a la
Presidencia de don Antonio Guzmán estuvo adornada por la presencia serena,
gentil y discreta de doña Renée quien supo ganar un lugar en el corazón del
pueblo.
Luego de la trágica y
lamentada muerte del Presidente Guzmán, Doña Renée asumió la viudez con la
reciedumbre de las grandes damas de la historia, lo que aumentó el cariño y el
respeto de la sociedad dominicana.
Ligado, como estoy,
desde siempre, a la familia Guzmán Klang, evoco en este momento la memoria de
su hijo Iván, ido a destiempo sin poder rendir los grandes servicios al país
que se esperaban de él, y, especialmente, evoco la memoria de Don Antonio,
verdadero Padre de la Democratización del país con sus ejecutorias firmes,
claras, sin dobleces, en favor del respeto a los derechos humanos, a la ley, al
orden y a la Constitución de la República.
Don Antonio, lo digo
con orgullo de hijo, y doña Renée, son un ejemplo histórico a imitar por esta y
las generaciones futuras.
En esta hora infausta
de la muerte de doña Renée le doy un abrazo de hermano a su hija Sonia y a sus
nietos los exhorto a que continúen el ejemplo de seriedad, trabajo,
solidaridad, amor al prójimo y conducta ética que ellos nos legaron.
A nombre de Rosa, de
mis hijos y toda nuestra familia, les envío todo el cariño y solidaridad de que
somos capaces, en esta hora de tristeza.
Hipólito
Mejía
17 de septiembre del
2014
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