Francisco Luciano (Opinión) |
La humildad con la que el presidente Danilo Medina ha explicado su observación al proyecto de ley para convertir a Loma Miranda en Parque Nacional, es la expresión de un ciudadano respetuoso de las opiniones ajenas, pero que tiene el carácter para defender lo que considera correcto, consciente de que su decisión no necesariamente será aplaudida por todos.
Contrario a lo que pudo haberse pensado en el sentido de que el presidente Danilo Medina promulgaría la pieza, para que luego se acudiera al Tribunal Constitucional y fuera este quien desestimara la pieza, y así el presidente no afectara su popularidad, la observación y sus argumentos demuestran que no estamos ante un dirigente de cera. Danilo, con esta decisión, elevo su imagen de estadista responsable.
El presidente ha empeñado su palabra de que su gobierno no autorizará la explotación minera de Loma Miranda, hasta que racional y científicamente se demuestre que es factible, realizando los estudios que así lo evidencien. Y dijo más, aseguro que no cree en el fundamentalismo medioambientalista que militan bien intencionados ciudadanos y mucho menos en el capitalismo depredador de suelos que ejerce la minería, dejando establecido que cualquier posibilidad de explotación se hará bajo condicionantes que aseguren la rentabilidad social.
Ahora solo queda esperar la compresión de quienes motorizaron la campana de convertir el trozo de tierra en un parque nacional, para que comprendan que el país es más que sus deseos u opiniones y que entiendan que no han salido derrotados. Si bien es cierto que Loma Miranda es parque nacional, tampoco podrá ser depredada.
Entender que declararla parque nacional, implica el compromiso de resarcir con cuantiosos recursos a legítimos propietarios de esas tierras, pues así lo ordena nuestra constitución y que se puede preservar en su esencia al no otorgar licencia de explotación minería sobre ella, lo cual tendrá el mismo efecto de preservarla como hasta ahora, pero sin pagarle a nadie por ello.
Todos los sectores a favor de declarar Loma Miranda deben comprender que quien acude ante un juez y tiene la oportunidad de presentar sus alegatos, está comprometido a respetar de antemano el veredicto de este, sin importar el sentido en que lo haga, por lo que lo ideal sería que cualquier reclamo se haga en el marco de la ley, evitándole al país y a su economía tensiones y daños innecesarias.
Mientras tanto los golosos del oro, la plata y el níquel no podrán explotar los yacimientos que bajo su suelo reguarda Loma Miranda.
Sobre la popularidad del presidente Danilo Medina, es bueno recordar que fue él quien dijo que al estar en el nivel máximo de popularidad, lo normal es bajar. Su decisión no ha sido fácil, pero confiamos en que sea lo mejor para el país, después de todo para eso lo elegimos, para tomar decisiones.
El autor es catedrático universitario y dirigente del PTD
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