Ismael Batista (Opinión) |
El presidente de la República estrena el
actual cuatrienio
presidencial implementando políticas sociales y de desarrollo acorde con
las expectativas y
necesidades nacionales, lo que le ha permitido buena aceptación popular,
convirtiéndose en el presidente mejor valorado de los últimos 50 años. En
efecto, no podría ser de otra manera, porque el candidato, hoy presidente, Danilo Medina, le
presento a la sociedad dominicana un programa de gobierno, que podría resumirse en
“Cambiar lo que está mal y hacer lo que nunca se hizo.”. Y, el presidente
cumple sus propuesta de candidato, no obstante, a la crítica situación
económica que ha heredado de administraciones pasadas, está haciendo realidad,
en otras palabras, cumpliendo las propuesta de candidato presidencial que le
prometió a la nación. Dominicana.
EL nuevo lema:”Manos a la obra“, se
extiende por todos los rincones del país con las ejecutorias que está llevando
a cabo el gobierno dominicano. Es una política integral de acción que abarca
todas las aéreas que son puntales para verdaderamente desarrollar el país. El
presidente dominicano está demostrando capacidad y entereza en la dirección del
gobierno enfrentando la
situación con el encaro que demandan los problemas de ancestro que agobian a
los habitantes de la patria de Juan Pablo Duarte.
El ejerció gubernamental, perfila a
Danilo Medina, como un hombre de Estado con gran discernimiento político. A lo
largo de su carrera política, fue figura de principalía en el Partido de la
Liberación Dominicana, ocupando las cimeras
posiciones de ser miembro
del Comité Político y director de campañas electorales en las candidaturas
presidenciales de profesor Juan Bosch y de Leonel Fernández. Posteriormente
accede a un poder estatal, con un puesto electivo en la Cámara de Diputados,
poco tiempo después fue electo su presidente, cargo que desempeñó con gran
tacto político demostrando capacidad de buen conciliador y estratega político.
Con el ascenso del Partido de la
Liberación Dominicana a la dirección del gobierno, el Licenciado Danilo Medina
es designado ministro de la presidencia de la república, posición de relevancia
política y gubernamental, la cual ocupo durante unos seis anos, función que desempeño con el
intenso activismo y el pragmatismo que
le caracteriza. De tal manera, que podemos afirma que, a lo largo de su carrera
política, el Lcdo. Medina, ha
asimilado conocimientos teórico
y prácticos, que en el quehacer de la
política y en el ámbito gubernamental, que el pueblo lo tiene valorado como el
presidente dominicano de mejor desempeño.
Prototipos como el presidente que
tenemos al frente de las cosas públicas escasean o están en proceso de
extinción en República Dominicana y en Latinoamérica. Para comprobarlo bastan
las muestras de los presidentes de Bolivia y Ecuador donde los habitantes de
esas naciones claman abrumadoramente por la reelección de sus presidentes. Y,
ni hablar de historial del fenecido presidente Hugo Chávez.
De manera pues, que la clase política dirigente y
los llamados líderes políticos, conjuntamente con las fuerzas política de
avanzadas, el sector empresarial, los sindicatos y los sectores religioso están
en el deber, por el bien del país, presentarle al electorado
nacional ofertas
electorales dignas y de calidad,
porque la situación económica y social por la que atraviesa la República
Dominicana no están para volver al pasado
o caer en manos inexpertas y en la
improvisación. El país necesita hombres con
experiencia gubernamental y de probada eficacia en el desempeño de funciones en
el periodo de tiempo que lo fueron.
Y, hay que tener mucho
cuidado con eso, porque en la región, de la cual la República Dominicana ocupa
un espacio geográfico y político, los requisitos para ser presidente son
elementales, se refieren a la nacionalidad, la edad y a los derechos civiles y
políticos del aspirante, entre otros. En ese aspecto no hay gran diferencia en
lo establecido en la Constitución dominicana, de manera pues, que la
posibilidad de ser un aspirante presidencial de cualquiera de los
dominicano son amplias, así como también, las posibilidades de yerra de los
electores; y, para que no quepa la menor duda, en el continente hemos tenido
los referentes desagradables en la elección de presidentes ineptos e
incapaces para el ejercicio
gubernamental como fueron los casos de Abdala Bucaram Ortiz en Ecuador y
Fernando Collor de Melo en Brasil. ¿Por qué cometer parecido error en la
República Dominicana si ya tenemos un presidente que va por buen camino?.
Y, lo expresado tiene mucho más valor,
porque la dinámica gubernamental en el Estado presidencialista, que es el que
se estila en la República dominicana, las políticas gubernamentales son
ideadas, implementadas y ejecutada por el presidente, que tiene mucho poder, a
lo que se le puede agregar, la influencia determinante
en el accionar de los otros poderes del Estado. Por eso, es
fundamental la elección de un buen presidente para el próximo periodo
presidencial que inicia en 2016, porque son amplias atribuciones que le
confiere la Constitución y, de todo este poder caer en manos inexpertas o en la
improvisación se puede caer al borde del colapso o el descalabro. Aun
todavía, el país está a tiempo de salir de los obstáculos en medio del camino
que le impiden seguir trillando el sendero del progreso. El
primero de ellos es la deuda externa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario