Alejandro Santana (Opinión)
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Danilo Medina, Presidente Constitucional, prometió una
forma diferente de gobernar, corregiría lo que no estaba bien haría lo que
nunca se había hecho.
A dos años de su mandato lo ha venido haciendo, pero
son pocos los funcionarios que lo han estado imitando y por más que el pretenda
hacer, siempre se les quedaran necesidades pendientes.
Será así en la medida en que sus funcionarios no
imiten su manera de gobernar, poniendo sus oídos en el corazón del pueblo, en
otras palabras acudiendo donde hay el problema.
En nuestra Barahona, no es la diferencia, tenemos
muchos problemas, muchas quejas que exponer a los funcionarios de las
diferentes carteras.
¿Pero, dónde están?, es la pregunta que se hacen los
moradores de los barrios y el barrio Enriquillo, junto al Casandra, Baitoita,
Alfa y Don Bosco, no escapan a esa realidad.
Líderes, comunitarios, pescadores, religiosos,
deportivos, Juntas de vecinos, y residentes de esos lugares, preocupados por
las necesidades de sus sectores, se enteraron, que el único funcionario que se
estaba reuniendo con los ciudadanos era el licenciado Carlos García López,
Director Regional del Ministerio de Obras
Publicas y Comunicaciones.
Decidieron invitarlo al barrio Enriquillo para ponerlo
al tanto de sus necesidades, arreglo de calles, lámparas del alumbrado,
limpiezas de áreas y más protección policial, también invitaron a comunitarios
de esos otros barrios.
Se convocó a moradores, y todos dijimos presentes, nos
prestó las debidas atenciones, nos escuchó sin la premura de los funcionarios.
Tuvo tiempo hasta para escuchar agradecimiento
de personas a quienes tiempos atrás había realizado alguna diligencia para
resolverle situaciones.
Su humildad ha sido ponderada por los que estuvimos
presentes en la reunión, escuchó a todos sin distracción y sin interrupción de
su celular como suele ocurrirles a otros, vino a escucharnos.
Cuando le tocó hablar, dar respuestas a las necesidades,
fue puntal y sincero, asumió lo que correspondía a sus funciones en el
Ministerio de Obras Públicas, comprometiéndose a resolverlo en muy breve plazo
y canalizar lo que correspondía a otras instituciones.
Estuvimos reunidos con un funcionario, adornado con la
sencillez de un gran ser humano, sin poses de sus funciones, un hombre de
pueblo que conoce las necesidades de todos los sectores y que ahora que está en
sus manos lo hará.
Contrario a lo que se pueda decir, en ningún momento
hablo de aspiraciones, destacó reiteradamente que por mandato de su jefe
inmediato el licenciado Gonzalo Castillo, está haciendo visitas a los barrios
para conocer de sus reclamos.
Reconoció que los reclamos de los barrios son los
mismos de siempre, que han permanecido debido a que hasta ahora no habían
tenido oídos para ser escuchado y la disponibilidad de resolverlo en la medida
de lo posible.
Podría el licenciado Carlos García, ser un
político, más, pero a los que participamos en el encuentro, nos dejó la
percepción de que es de los pocos funcionarios que escucha con atención a los
ciudadanos.
Vino al barrio en compañía de ciudadanos
conocidos, de amigos humildes, de hijos de barrios igual que nosotros, sin la
presencia del aparataje proteccionista que otros usan para ingresar a los
barrios donde vive gente con necesidades sociales.
Pero lo que no esperaba Carlos García es que en este
barrio humilde se encontraría con personas que destacarían su espíritu
solidario, que expusieron en público a tiempos recibidos por necesidades
perentorias, escuchó de acciones que había hecho en algún momento de su vida
que ni el mismo recordaba, es que los hombres de almas nobles nunca miran a
quienes ayudan en situaciones apremiantes.
Cansados de reclamar que varios pedacitos de calles
que nos faltan por asfaltar, serán por fin tomados en cuenta porque Carlos se
ha comprometido, de acuerdo a la convicción generalizada de los moradores de
esos sectores.
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