Politica, economía

viernes, mayo 16, 2014

Cuando la crisis es oportunidad




Francisco Luciano (Opinión)
El presidente Medina  se tomó su tiempo, realizo las consultas que entendió de lugar y elaboró un proyecto de ley bajo el más amplio consenso, que  jamás se haya logrado antes,  sobre un tema tan controversial como el migratorio y lo mejor de todo es que sin violentar la constitución, ni lo dispuesto por el Tribunal Constitucional  en la sentencia 168/13 , ha podido presentar una propuesta que  ha logrado el apoyo unísono del liderazgo nacional en sus más diversas manifestaciones, correspondiendo ahora a los congresistas, examinarlo y corrigiéndole cualquier entuerto,  aprobarlo para tranquilidad de la sociedad dominicana  y el sosiego de los miles de afectados.
Ahora que la Ley de Naturalización, una vez aprobada, dejará resuelta para siempre la situación  migratoria de miles de ciudadanos y ciudadanas nacidos en nuestro territorio  descendientes de  padres  extranjeros residentes en condiciones  ilegales o detránsito en nuestro país, es propicia la ocasión para que se ponga frenos al desorden migratorio que se mantiene por nuestra frontera con Haití y con la permanencia de extranjeros de diferentes nacionalidades que llegan, se quedan más allá del tiempo que se les autoriza y circulan a la libre por las calles, nuestros  campos y ciudades.

Corresponde ahora al Ministerio de Interior y Policía y a la Dirección Nacional de Migración darle para adelante al Plan de Regularización de extranjeros residentes en el país, a los fines de proveerlos de la documentación que permita transparentar su permanencia en suelo dominicano al tiempo de garantizarles la necesaria inclusión social.
La Sentencia 168/13 presentada como un gran problema para el país y como un obstáculo para el gobierno del presidente Medina, se convirtió en la oportunidad que requería la nación  para hacer LO QUE NUNCA SE HIZO en materia migratoria en la Republica Dominicana, siendo lo mejor de todo,  que se ha hecho con apego a las leyes y con irrestricto respeto a los derechos humanos.
El autor es catedrático universitario y dirigente del PTD.

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