A Pleno Sol
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| Manuel Hernández Villeta (Opinión) |
La sociedad dominicana de lo que sufre
es de impunidades, no de falta de leyes para aplicar. Parte considerable de los ciudadanos, cada quien en su escala preferida, es violador de las
leyes. Podemos comenzar por los que en un supermercado quieren violar la fila para pagar primero, hasta el que comete un asesinato y sale por el
pago de un puñado de pesos.
Lo que está fallando es la fortaleza
para aplicar castigos, no la conjunción de las leyes. En vez de estar reformando a la carrera el Código Procesal Penal, lo que se debe buscar es
reciedumbre y moral de acero en los encargados de aplicar las leyes.
Hay decenas de magistrados, jueces y
fiscales serios y responsables, pero todo el ámbito de la justicia tiene
quebraduras, fisuras, fallas del pasado que están en el presente y que deben
ser corregidas.
Tiene que haber una mentalidad de
sacrificio y cumplimiento del deber en los encargados de aplicar justicia. Los
códigos son simples papeles, que necesitan tener a los responsables encargados
de su aplicación.
Poco, por no decir nada, vamos a ganar
con modificaciones a un código penal, que fue producto de los deseos de una
sociedad civil y de juristas que querían una mayor modernización. Poco se va a
cambiar, si antes no comprendemos todos que la ley es dura al aplicarla, pero
su principal factor es ser justa, equitativa e imparcial.
El delito no se va a acabar por una
promulgación de un nuevo código penal, sino por la voluntad de castigar a los
verdaderos culpables, y evitar la comisión de injusticias. Si este código dejó
serios problemas en su ejecución, uno prácticamente nuevo, más engorroso y con
penas a imponer a discreción, no va a salvar la situación.
Donde tenemos que trabajar es en la
prevención del delito. Es llevar el mensaje a todo el pueblo de que se retorne
al respeto de las leyes y que la violencia se evite, y se imponga la doctrina
del diálogo. Es llevar orientación a las familias, para bajar la violencia
intrafamiliar.
Tengo fe en el avance de la
justicia, con fiscales, magistrados y policías
cada día más capacitados, pero no en el surgimiento de códigos hechos a la
carrera para legisladores estar en la primera página de los periódicos.
Luchemos para prevenir el delito, y
comprendamos que tenemos muchas leyes, solo necesitamos más mujeres y hombres con la seriedad a toda prueba para ser los encargados de aplicarlas.
Manuel Hernández Villeta
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