Manuel Grullón (Opinión) |
Durante la guerra fría, Estados Unidos utilizó el peligro del comunismo,
para en nombre de la libertad, la democracia y la justicia divina, imponer en
América y el mundo, gobiernos dictatoriales que les garantizaran la explotación
y saqueo de las riquezas de los pueblos sometidos, para lo que empleó, desde
las calumnias y el descrédito de líderes, hasta la eliminación física de
opositores y las intervenciones militares.
En la sociedad globalizada, las dictaduras y las intervenciones
militares, son odiosas y tienen un costo político muy elevado, por lo que hoy,
Estados Unidos prefiera sustituir el peligro del comunismo por el terrorismo y
las dictaduras militares por la guerra de cuarta generación, que se sustenta en
la utilización del poder mediáticos para lograr, en nombre de la libertad, la
democracia y la justicia divina, despojar a los pueblos de sus riquezas y
soberanía.
El guión se inicia, por un lado, con una gran campaña mediática en
medios de comunicación locales e internacionales, de acusaciones y descréditos
en contra de partidos, movimientos y líderes que se quiere combatir, y por el
otro lado; aparecen unos supuestos grupos descontentos, que inician
movilizaciones de protestas, a los que se les garantizan recursos económicos y
una gran cobertura mediática, en los principales medios de comunicación. Si es
necesario, contratan mercenarios y paramilitares, los introducen a los
territorios del país a desestabilizar y crean las condiciones para acusar al
gobierno y sus autoridades de violar los derechos humanos y las libertades
públicas, y si esto no es suficiente, entonces aparecen los actos terroristas y
“las armas químicas”, como ha sucedido en Irak, Libia, Siria, y otros, en Medio
Oriente y en Venezuela, Honduras, Ecuador, Bolivia, Paraguay y otros, en
Latinoamérica.
Venezuela, que cuenta con la mayor reserva de petróleo en el planeta, se
encuentra actualmente, en un proceso de transición hacia un sistema económico,
político y social incluyente, donde a través de las diferentes Misiones, la
Revolución Bolivariana ha iniciado un proceso de inclusión social masivo y
acelerado, financiado por la nueva forma de utilizar la renta petrolera, lo que
ha permitido ampliar la cobertura de aspectos básicos como la educación, la
salud, viviendas, alimentación y otros.
La Revolución Bolivariana ha logrado, en apenas unos años, sacar de la
pobreza a más de 10 millones de personas, hoy Venezuela tiene el tercer nivel
más bajo de pobreza en la región, de acuerdo a la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL). Entre el 2002 y el 2013 la pobreza fue
reducida de 48.6% a 22%, más de 26 puntos porcentuales y la pobreza extrema se
redujo de 22.2% a 8%, la desnutrición disminuyó en más de un 50%, se ha construido
más de un millón de soluciones habitacionales, terminar el analfabetismo
y ha colocado a Venezuela entre los 5 países del mundo con mayor acceso a
la educación Universitaria, y está previsto que antes del 2015 alcanzara la
universalización de la educación primaria.
Es importante señalar, que cuando gobernaban los señores que hoy
pretenden llevar a Venezuela al pasado entreguista y destruir los logros de la
Revolución Bolivariana, la inversión en educación nunca superó el 2% del PIB,
hoy el gobierno del Presidente Maduro invierte el 9% del PIB, una de las
mayores del mundo, anteriormente la cifra de estudiantes universitarios era de
300 mil, hoy supera los 2.5 millones.
Desde el ascenso del poder del Comandante Hugo Chávez en 1998, los
grupos internos y externos que fueron desalojados del poder han mantenido un
desconocimiento constante a la voluntad popular, expresada democráticamente en
las urnas en reiteradas ocasiones y han intentado, con la complicidad de sus
amos del Norte, desconocer el gobierno Constitucional, que es la expresión
libérrima de la mayoría del pueblo, con el propósito deliberado de justificar
un golpe de Estado y una posible intervención extranjera.
Estos grupos de ultraderecha y sus aliados externos deben saber que el
Pueblo de Venezuela no está, ni estará solo, el CELAC, el SICA, MERCOSUR, el Movimiento
de Países No Alineados, que cuenta con 120 de los 193 países miembros de la
ONU, han manifestado su respaldo al gobierno de Venezuela y todos los hombres y
mujeres, que amamos la paz, estaremos atentos al desarrollo del guión, no solo
en Venezuela, sino en toda Latinoamérica y el resto del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario