Politica, economía

miércoles, febrero 12, 2014

El Código de Trabajo



A Pleno sol
Manuel Hernández Villeta (Opinión)
El Código de Trabajo debe quedarse como está. Una reforma hecha a la carrera y para beneficio del sector patronal, no aporta nada. Lo único que dejará un nuevo código  fabricado como un  traje a la medida, será más dolor a la clase trabajadora.

Nunca las  organizaciones patronales han dado muestras de estar interesadas en resolver en forma de consenso los problemas de sus asalariados. Por el contrario, la mínima conquista ha sido arrancada a fuerza de lucha.

La patronal quiere ahora una reforma del código de trabajo, en base a una serie de artículos que podrían quebrar algunas de las reivindicaciones obtenidas en los últimos años por los obreros.

En el país se cuenta con muy poca seguridad social para los que trabajan, no hay planes de pensiones, en ocasiones no se respeta lo suficiente la política de despidos, y no hay reajustes salariales periódicos. La compensación por el desahucio no funciona.

Ninguno de esos puntos estará como piedra fundamental en la imposición que se quiere hacer del Código de Trabajo. Nuestro  consejo es que lo dejen a donde está, y en un largo período de reflexión, todos los sectores se pongan de acuerdo en su modernización.

Buscando ese modernismo se eliminó el Código de Trabajo que popularmente se le decía trujillista, pero que en la práctica era más revolucionario que el actual, y estaba lleno de conquistas para los trabajadores.

No se tiró el código laboral tradicional al zafacón buscando mejoría para los trabajadores, sino por la presión de instituciones de la sociedad civil, que defienden más a la patronal que al obrero.

Toca ahora a los legisladores encerrar en sus gavetas cualquier  reforma al código de trabajo que se haga para beneficiar a una de la partes. Si pecan muchos legisladores de ser indiferentes frente al devenir de la mayoría, el momento es propicio para que se opongan a una reforma laboral que no tiene razón de ser.

Desde el gobierno también se debe ser claro en el mensaje a los organismos patronales, que buscan a la carrera inconvenientes en las buenas relaciones con los asalariados. No se olvide que las disconformidades sociales, las paga y sufre el Estado, cuando se desbordan del marco del diálogo y terminan en protestas en las calles.

Hay muchos puntos en la agenda del desarrollo nacional, y el que menos importancia tiene es una nueva reforma al Código de Trabajo. Lo mejor, es echar las propuestas de reformas al zafacón.

No hay comentarios: