Por Manuel
Hernández Villeta/A Pleno Sol
Manuel Hernández Villeta (Opinión) |
Necesitamos
una tregua política, social y mano de hierro contra la delincuencia. El final
de año, debe ser de amor, paz y tranquilidad.
La época
navideña debe ser para reflexión y disfrute con las amigas, los
allegados, la familia, los compañeros y compañeras de trabajo. A rezar, el que
quiera ir al templo, pero el que desee tragos y mujeres, que también lo
disfrute. Para ello hay unos centavos extras.
Pero los
partidos políticos se deben dar una tregua desde el día 15. No estamos en campaña
próxima a unas elecciones, por lo que son intrascendentes las aspiraciones a
destiempo de varios buscadores de cargos.
Lo malo es
que en la República Dominicana de hoy, nadie al parecer tiene la autoridad
suficiente para llamar a una tregua navideña, y que la misma sea respetada. Los
partidos principales tienen pleitos intestinos, o tratan de reorganizar su
directiva. Deben darse tres semanas de guarda.
La mayor
parte de la población dominicana es indiferente ante el predicamento de los
partidos políticos.
Solo se acciona para terciar en las elecciones. En la brega
del día a día, solo está una parte ínfima, pero vocinglera, que domina los
medios electrónicos y de prensa, para difundir sus ideas.
La crisis
con los haitianos también debe darse una tregua. Es un problema que viene de
lejos y va para largo.
Por consiguiente, no debe estar enturbiando las
navidades dominicanas. Podemos hacer un alto en ese expediente, y seguirlo en
enero.
Por demás, el
gobierno debe tomar las precauciones con los miles de haitianos que en
diciembre van a su país, a pasar las navidades con sus familiares, y luego
retornan. Hay que tener desde ahora un programa consensuado con las iglesias
que trabajan en la frontera y con el gobierno haitiano, de como se va a
dejar salir y posteriormente entrar, a los que emigren temporalmente del
territorio nacional.
Sino se
planifica y se habla claro desde ahora, en enero habrá miles de haitianos
tratando de entrar a la fuerza al país, y eso será un nuevo detonante que
podría traer una mayor crisis y hasta una dosis de sangre.
Los
haitianos que están legales y carnetizados deben recibir facilidades para ir a
su país en las navidades, y posteriormente para regresar. El que está ilegal, si
sale, no puede volver a entrar.
La navidad
es tiempo de alegría, de reflexión, por lo que vamos a darnos una tregua de
estos problemas que no se solucionan en un día.
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