Centro docente donde estudiaba el niño asesinado |
El profesor Rafael Antonio Beltré Melo, de 63 años, no se recuperó del impacto de ver morir al niño que momentos antes entregó sonriente a los brazos de su madre, Santhia Bienvenida Lara, de 23 años.
El profesor Beltré, como todos lo conocían, ordenó momentos antes de sentir molestia en su pecho apagar las luces multicolores del arbolito de navidad que encendió para deleite de los alumnos del Jardín Infantil Maritza y cerrar el aula dónde recibía clase el pequeño Maiki.
Su hija Carla Beltre contó a VIGILANTEINFORMATIVO.COM que este lunes, su padre llegó al colegio a revisar el expediente del pequeño Maiki, a quien despachó sano y salvo al mediodía del viernes y horas después, recogía su cadáver en Patología Forense del Azua, dónde fue llevado luego de ser baleado en el cuello por dos jóvenes que despojaron a su madre de una pasola.
Dijo que la “ficha” contiene nombres de los padres, dirección, teléfonos, y la identidad de la persona responsable de llevar y buscar al niño.
Cuenta que su padre estuvo dándole seguimiento al caso. Estuvo en la morgue, llamó a unos amigos que tenía en Patología Forense para que agilizaran la experticia y durante todo el fin de semana no dejó de hablar de los momentos agradables que pasó con el niño en el colegio.
“Esta mañana me dijo que iba a desconectar el arbolito y ordenó que cerraran el aula dónde el niño recibía clase”, narro su hija Carla.
Explicó que su padre recibió varios medios de comunicación de Santo Domingo que visitaron el colegio para conocer los últimos momentos del pequeño Maiki.
Señaló que tanto a su padre, director del centro docente, como a la maestra responsable, los periodistas entrevistaron.
Allí, los reporteros observaron las habilidades que el niño iba adquiriendo.
“Cuando nos despedimos en el colegio me dijo: como han puesto estos dos delincuentes al país en alerta”, refiriéndose a la muerte del niño.
Indicó que a eso de las 11:00 de la mañana lo encontró “malo” con el expediente del niño en las manos, por lo que lo reprochó.
Dice que llegando a la casa recibió una llamada por lo que retornó para llevaron al Grupo Médico Baní, dónde murió.
Su hija asegura que su padre fue maestro por más de 20 años.
Durante más de dos décadas sirvió como educador en apartadas comunidades de la provincia Peravia. Primero en Rancho Arriba, que ahora pertenece a la provincia de San José de Ocoa y terminó en la comunidad de Las Tablas, dónde llegó a ser director de la pequeña escuela.
Dijo que hace unos años fue pensionado razones de salud con una miseria de 6 mil pesos mensuales.
Destaca que como la educación era su vida, este año decidió abrir el Jardín Infantil Maritza, en la calle Eugenio María de Hosto número 25 del sector Brisa de Guazuma.
Más que un profesor
Rafael Antonio Beltré Melo, era más que un educador, desde hace años se involucró en el Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD), dónde llegó a ser de su comité municipal.
Su hija Carla fue candidata a diputada por el partido de la bandera verde y negra en las elecciones
Al educador le sobreviven sus hijos (as), Carla, Alberto y Alejandro, así como varios nietos.
Sus restos son velados en la Funeraria Leonel Troncoso, ubicada en la calle Nuestra Señora de Reglas y serán sepultados este martes a las 10:00 de la mañana. Por aquí han pasado decenas de educadores, dirigentes políticos, sociales y comunitarios de esta provincia, entre los que se destancan sus compañeros del PTD que llegan de todas partes del país.
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