Politica, economía

viernes, diciembre 27, 2013

Año luces y sombras




Por Manuel Hernández Villeta/A Pleno Sol


(Opinión)
SANTO DOMINGO.- El año 2013 fue de luces y de sombras. Creció la economía y se debilitó la comida del pobre. Se gastaron millones en programas de seguridad, y fueron interminables  meses de la sangre y el luto.

Lo que sucede en el año, no pasa de ser un reflejo de lo que es el sentir de la sociedad. Se caminó a tropezones, como si se estuviera borracho, pero se avanza. Hay que partir de que  cada paso, es un salto adelante, lo que se tiene que evitar es el retroceso.

Este año fue una muestra de las grandes desigualdades sociales. Mientras florecían los multicentros, construidos en todo el territorio nacional, aumentó el número de marginados que buscan un salario mínimo para subsistir.

Se aumentaron los salarios en algunos estamentos profesionales, como el caso de médicos y maestros, pero el dolor de cabeza social sigue siendo el desempleo.

Sin bola de cristal, podemos decir que en el año entrante, los mismos problemas de desempleo van a continuar, debido a que no hay plazas ocupacionales.

Para los iletrados apunta un año más difícil. La tecnología que va llegando al país automotiza los procesos, por lo que se descarta a galope la utilización de mano de obra.

Hay que establecer en los venideros doce meses, una concertación de esfuerzos para nivelar la tecnología, las ganancias del gran capital y los menesterosos que se mueren en las calles.

La educación y con todo y su cuatro por ciento, sigue siendo una esperanza que necesita redención. Se ganó el presupuesto, pero se mantienen los vicios que atan el desarrollo pleno del sistema educativo nacional.

Su  punta de lanza debe ser el programa de alfabetización, no el desayuno o la comida escolar. En la salud, todo está privatizado, se eliminó la cuota de recuperación, pero se quedó el pagar por los servicios de los hospitales públicos, como si fueran clínicas.

Al final del año, el mensaje sangriento de la violencia se impone en los barrios. Choques entre pandillas sea de noche o de día. Los barrios son tierra de nadie. Tiene que haber paz para la gente decente, aún y sea eliminando a los delincuentes, por los métodos que determinen las circunstancias.

Ya este año 2013 es historia, lo que pasó, reflexión y fuera de foco. Queda seguir por la brecha de los esfuerzos a ver si es posible que bajen las tensiones de la violencia, y esos crímenes sean erradicados por siempre.

Paz y comida siguen siendo las principales demandas de los dominicanos para el 2014, por lo que es hora de seguir pidiendo que el desarrollo sea integral y alcance a todos.

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