Politica, economía

lunes, septiembre 09, 2013

¿Una Democracia Infuncional?

Por: Elvi Paredes.

Elvi Paredes (Opinión) 
Hace algunos días, la comunidad de Yaguate, un pequeño poblado, con categoría de Municipio, y perteneciente a la sureña Provincia de San Cristóbal, explotó, y cuando digo ´´explotó´, lo digo en el sentido figurado, o sea, se le acabó la paciencia.

Esta comunidad, integrada por hombres y mujeres trabajadores, de estudiantes progresistas y mujeres bellas, tiene bastante tiempo reclamando el arreglo de sus calles.

Sin embargo, y luego de muchas exigencias, las autoridades de Obras Públicas se decidieron a reparar y asfaltar la mayoría de sus calles, que en un poblado pequeño, ustedes se podrán imaginar que no son tantas, y la inversión no debe ser tan cuantiosa.

Pero sucede que  por la negligencia de las autoridades municipales, una de sus principales vías, quedó sin reparar.

Y ahí es donde se descifra el significado del título del presente artículo, puesto que me pregunto el porqué de la infuncionalidad de nuestra democracia, a tal punto que la población de Yaguate, tuvo que tomar los reclamos en sus manos. Situación que nunca debió ocurrir.

Ese día, cientos de moradores de Yaguate, se vieron obligados a actuar, ante la indiferencia de las autoridades municipales, que por no atender ´´sus cartones´´, provocaron la ira de la gente, a tal punto, que penetraron al edificio del Palacio Municipal.

Pero, porqué sostengo que nuestra democracia es Infuncional, y pongo de ejemplo a la laboriosa comunidad sureña de Yaguate?

Lo hago, porque se supone que la democracia que nos gastamos es representativa, y no un simple acto de votación cada cuatro años.

Lo hago, porque se supone que nuestros regidores, diputados, síndicos o alcaldes, -como actualmente se les denomina-, así como nuestros senadores, hasta llegar al presidente de la República, son nuestros representantes.

Y lo elegimos para que nos representen. Para que defiendan nuestros intereses. Para que expresen nuestros reclamos, y lleguen hasta donde sea necesario, en la defensa de los intereses colectivos.

No es posible que a diario tengamos que ser testigos de protestas por la construcción o terminación de un puente, de una carretera, de un camino vecinal, de una escuela, de un hospital, de un acueducto, entre otras obras pequeñas o grandes de nuestras comunidades.

Entonces, me pregunto. Para que nos gastamos miles de millones de pesos en el pago a esos funcionarios electos, o sería mejor cerrar los ayuntamientos y el Congreso?

Las y los dominicanos tenemos que aprender a reclamar a nuestros representantes. Y tenemos que hacerlo, exigiendo de manera directa a esos representantes el cumplimiento de sus deberes y responsabilidades para con la comunidad que lo eligió, sin importar el color del partido, ya que luego de electo, el funcionario debe trabajar para toda la comunidad, sin distinción de banderías políticas.

Si cada representante, -entiéndase regidor, sindico, diputado o senador-, se ocupara de trabajar por la comunidad que lo eligió, en el país sucedieran muy pocas protestas, y de hacerse, se harían de forma pacífica y encabezadas por el funcionario, luego de agotar los procesos correspondientes.

Si cada representante estuviera a la altura de su puesto, el país avanzaría con mucha más rapidez, en la solución de los retos que tenemos como nación.

Si cada representante se pusiera a la altura de sus responsabilidades, el cumplimiento de las leyes y de las metas que tenemos como país, se pondrían cada día  más cerca.

Es hora de avanzar. Es hora de reclamar, de exigir a nuestros representantes, el cumplimiento para con sus representados.

Ya es hora de hacer de nuestra democracia, ´´UNA DEMOCRACIA FUNCIONAL, PARA EL ENGRANDECIMIENTO DE LA REPUBLICA DOMINICANA´´.


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