Politica, economía

miércoles, septiembre 04, 2013

Por la paz en Siria y el mundo



Por Francisco Luciano
Francisco Luciano (Opinión)
Las más recientes declaraciones del presidente de los Estados Unidos Barack Obama, en el sentido de que tiene decidido atacar a Siria porque se tiene prueba de que allí se han usado armas químicas contra la población, constituyen un gran motivo de desasosiego para la humanidad.
Esa fue la misma escusa usada con Irak y el pretexto de la aplazada acción contra Corea del Norte. Es así,  porque  ya no puede usarse  como pretexto para motorizar la guerra el peligro del avance comunista.

La cosa ahora resulta más descabellada, pues el gobierno de los Estados Unidos acusa a los sirios de usar armas químicas y ante el emplazamiento  de que presenten las pruebas de tal acusación, recurren a la diatriba como respuesta  porque la mayor probabilidad es que no dispongan de tales  evidencias.
Lo cierto es que sobre esta nueva amenaza se mueven múltiples intereses que buscan, bajo el pretexto de la amenaza  Siria y de imponer allí la paz y el orden, apoderarse de las riquezas  de esa nación, aunque para ello sea necesario recurrir a  una actitud de doble moral, ya es  Estados Unidos uno de los países del mundo que más tipos de armas letales se produce.  Resulta irritante que aleguen en este caso los mismos argumentos  que contra Irak, como si nos hubiésemos olvidado de que después de haber destruido a ese país y fusilado a su depuesto presidente, confesaron sin sonrojos, que allí no había ninguna arma de destrucción masiva y que eso se sabía desde antes de ordenar  la masacre que llevo a la tumba a miles de jóvenes iraquíes y a miles de soldados norteamericanos inocentes.
Nadie debe olvidar que fueron los Estados Unidos quienes detonaron armas nucleares sobre el Japón cuyas falencias aún se padecen en la nación Nipona.
Esta guerra, abusiva, irracional e inútil tiene que ser rechazada por todas las voces sensatas del mundo y ojala el congreso de los Estados Unidos descarte la moción de autorizar esta degradante  aventura que costaría más vidas y sufrimientos   al país  Sirio y a toda la humanidad, para ver si así la soberbia de la casa blanca decide, al igual que en el caso de Corea del Norte aplazar la acción,  quitándole esta carga de tensión a la humanidad.
Los vestigios negativos de una acción de esta naturaleza y  el solo lenguaje de los tambores de guerra, ya comienzan a  imponer su carga negativa sobre los precios del petróleo y en consecuencias de sus derivados, dañando la economía de centenas de países y de millones de personas.
Que se levanten las voces por la paz en el mundo, para que el gobierno de los Estados Unidos y su joven presidente desistan en sus pretensiones  y evitemos otro holocausto para la humanidad.
El autor es catedrático universitario y dirigente del PTD

No hay comentarios: