Por Francisco
Luciano
Francisco Luciano (Opinión) |
Siempre
se podrá argumentar que un presidente debe conducirse de tal o cual manera o
que las acciones de un gobierno pudieran ser más efectivas si se asumiera tal o
cual punto de vista. Al cuestionamiento
y a la interpretación del “genio” que todos llevamos dentro le está permitido
este tipo de disquisiciones. Lo cierto es, que desde cualquier punto de vista,
el presidente Danilo Medina ha llegado a
su primer año de ejercicio gubernamental con una alta aprobación de la
ciudadanía, aunque los “expertos” que se
le opusieron y se le oponen le anden buscando la quinta pata al chivo.
Las
razones de la alta popularidad del presidente Danilo Medina, tiene su base de sustento en que desde el
mismo instante que asumió la presidencia de la nación, puso manos a la obra
para implementar sus promesas de campaña.
Prometió
reunir a sus funcionarios y hacerlos firmar el código de ética pública y lo
cumplió. Redujo los gastos de representación de
los funcionarios a un porcentaje mínimo del sueldo que perciben, elimino
las tarjetas de crédito y ordeno descontinuar el uso de los vehículos de lujo y
con alto consumo a cuenta del gobierno.
Presento
un presupuesto nacional que consigna la reducción del déficit fiscal acumulado
desde pasadas administraciones e incluyo la asignación del 4% para educación,
así como un incremento sin precedentes a favor de la Universidad Autónoma de
Santo Domingo. Como si todo esto fuera poco, inicio las más serias y amplias acciones desde
el estado para erradicar el analfabetismo en nuestro país integrando a todas
las instancias públicas y privadas con vocación de cooperar en tan noble
iniciativa.
Quienes
vieron como una quimera la implementación de la Tanda única y extendida en las
escuelas públicas del país, tienen que aceptar que subestimaron las garras de
este hombre de hablar pausado y carácter sencillo. Quinientas sesenta y siete
escuelas entran al sistema de tanda única y extendida y se espera que el
próximo año escolar más del cincuenta
por ciento de la población estudiantil se encuentre bajo este nuevo diseño de
gestión de la enseñanza.
En
un acto nunca visto, ordeno sortear de
manera pública entre los ingenieros y constructores de las localidades la
construcción de las primeras diez mil aulas en una muestra de transparencia,
abonando el camino para convertirse en un presidente ético y moral como nos
prometiera en cada intervención pública y privada.
Danilo
Medina prometió convertirse en un pesado block de ocho que se metería en el
tanque de las riquezas acumuladas por el país durante los gobiernos de su
antecesor, para con su peso provocar un derrame de estas de manera que toda la
sociedad se beneficie. Eso es lo que ha
hecho cuando ha propiciado la liberación de veinte mil millones de pesos del
encaje bancario para dedicarlo al financiamiento de los pequeños y medianos
empresarios y productores agropecuarios a una tasa de interés preferencial y
congelada.
Su
actitud decidida de acudir a las comunidades vulnerables y empobrecidas a
llevar aliento y financiamiento a sectores de la producción campesina
tradicionalmente excluidos constituyen la más clara muestra de que este
presidente tiene la decisión de hacer lo que nunca se hizo corrigiendo lo que
esta mal.
El
asfaltado de calles, carreteras y avenidas no se ha detenido un solo instante y
se encara el grave problema del drenaje
pluvial y sanitario en el Distrito Nacional, situación que data de más de cinco décadas.
El
mágico control sobre la inflación y la abundancia de productos en nuestros
mercados tendrán que dar mejores y mayores frutos cuando las inversiones
lanzadas al sector agrícola se devuelva en una producción estable.
Su
prudente, pero firme decisión frente a las pretensiones de la empresa Barrick
Gold y las negociaciones alcanzadas gracias a su intervención directa vinieron
a elevar el sentimiento nacional y el orgullo de los y las dominicanas.
El
ataque a la delincuencia, sin atropellar a la población y sin darle “pa bajo” a
ningún ciudadano, criticado al inicio comienza a mostrar sus frutos con una
reducción de la delincuencia medida desde que los atracos a visitantes o a
dominicanos de regreso por el camino al aeropuerto se pararon en seco o desde
que se silenciaron los actos de sicariatos
y secuestros de personas. Aunque no se ha ganado la guerra a la
delincuencia, podemos afirmar que esta presenta una dilación en su frecuencia
lo que se convierte alentador.
En
cuanto al manejo de la política internacional del país el presidente Danilo
Medina se ha manejado con absoluta maestría ganando simpatías y
reconocimiento con sus juicios y
propuestas sobre los distintos temas de la agenda de integración
latinoamericana. Su manejo autónomo de la situación internacional le evidencian
como un presidente cuyo objetivo fundamental es el de gobernar para los
dominicanos.
Su
conducta sobria sin aspavientos y francachelas se suman a las acciones de su
gobierno, a su trato directo de los problemas generándole simpatía en la gente
de a pie y encantando a la población no politizada.
La
estrategia de Danilo para resolver el problema eléctrico es clara, aumentar la oferta en la generación de
electricidad para que esta pueda reducir su precio y en ello trabaja mañana
,tarde y noche, pues como economista sabe que no puede haber ningún bien escaso
que resulte barato. Habrá un pacto de sostenibilidad eléctrica en el país,
pacto en función de equidad donde el Estado no siga siendo un prisionero de una
baja, deficiente y cara oferta.
Está
claro que el país no termina con un
gobierno y que siempre habrá problemas a solucionar, pero hay que reconocer el serio esfuerzo que se hace desde el poder
ejecutivo para superar importantes situaciones en beneficio de la población
nacional.
De
algo deberá cojear el gobierno de Danilo, eso es seguro, pero no cabe dudas de
las cosas positivas superan en mucho las negativas.
Sé
que gente y agrupaciones tienen el dulce amargo sabor de ver que el rumbo del
país marcha bien en sentido general, aunque sus sueños y aspiraciones aun no se
concretizan y algunos de manera pública y otros de manera vedada, hacen criticas;
tal vez tengan que esperar un poco más de tiempo aun, pero al final, de
continuar la senda actual, el país saldrá ganando con Danilo y el país somos
todos.
Un
año es el veinticinco porciento de un
gobierno al que le queda tres cuartas
partes de su ejercicio. Quienes se
aventuran a descalificarlo por H o por R, debieran ser más pacientes y esperar
un poquito, para que puedan fundamentar la campaña electoral que ya han
iniciado y que tiene como blanco al gobierno de Danilo, al que reclaman “ meta preso” a los funcionarios de la
pasada administración; evidenciando con este “argumento” que, por un lado, no
comprenden la separación de los poderes públicos y el papel que toca jugar a
cada uno según la constitución y por el otro, olvidan que lo que Danilo prometió
en materia de corrupción, fue frenar en seco todo asomo de corrupción que
aflore en su gobierno y que la oferta electoral que se comprometió “a trancar a Mengano, a
Zutano y a Fulano” y que ellos apoyaron, no gano las elecciones.
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