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Casa Grande de Palavé |
SANTO
DOMINGTO OESTE. Enclavado en la comunidad de Hato Nuevo, Manoguayabo, la Casa
Grande de Palavé se mantiene en pie a pesar de las inclemencias del tiempo,
pero ya su estructura comienza a deteriorarse y sus muros podrían caer si no se
auxilia a tiempo.
Con paredes repletas de graffitis y escrituras de visitantes, este monumento, que data de la época colonial y forma parte de la llamada Ruta de Los Ingenios, denota un estado de abandono tal, que los helechos y musgos han encontrado allí un perfecto hábitat, sin que nadie se interponga en su crecimiento por los muros.
Con paredes repletas de graffitis y escrituras de visitantes, este monumento, que data de la época colonial y forma parte de la llamada Ruta de Los Ingenios, denota un estado de abandono tal, que los helechos y musgos han encontrado allí un perfecto hábitat, sin que nadie se interponga en su crecimiento por los muros.
Rafael
Lluveres, fundador de la de la Unión de Juventudes Ecuménicas Dominicanas
(UJEDO-COLIBRI), denuncia que en los últimos meses ha habido "una especie
de vandalismo" de personas han tratado de llevarse los ladrillos de la
casa, rompiendo parte de las columnas de la estructura. "Es urgente una
reconstrucción de la casa", dice.
Declara que junto con el Comité Dominicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), gestores comunitarios, educadores y el Ministerio de Cultura han desarrollado un plan para revalorizar esta joya arquitectónica colonial e impulsar el turismo hacia allí.
La historia de la Casa Grande de Palavé es aún incierta porque no se sabe con exactitud la fecha en que se erigió la estructura, ni el uso que se le daba. Algunos historiadores han coincidido en que se pudo haber tratado de un hato ganadero o un ingenio azucarero.
"Vienen muchas personas, ponen letreros, dan golpes contra las paredes", se queja Lluveres, al explicar que el monumento no cuenta con agentes de seguridad, ni con un personal que instruya a quienes ingresan a este sitio histórico.
Declara que junto con el Comité Dominicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), gestores comunitarios, educadores y el Ministerio de Cultura han desarrollado un plan para revalorizar esta joya arquitectónica colonial e impulsar el turismo hacia allí.
La historia de la Casa Grande de Palavé es aún incierta porque no se sabe con exactitud la fecha en que se erigió la estructura, ni el uso que se le daba. Algunos historiadores han coincidido en que se pudo haber tratado de un hato ganadero o un ingenio azucarero.
"Vienen muchas personas, ponen letreros, dan golpes contra las paredes", se queja Lluveres, al explicar que el monumento no cuenta con agentes de seguridad, ni con un personal que instruya a quienes ingresan a este sitio histórico.
La obra
cuenta con un campanario, un balcón poco proyectado, un arco central más alto
que el lateral y en su interior un alfiz rematado por una cornisa.
La Casa
Grande de Palavé posee una mezcla de elementos arquitectónicos militares y
religiosos, sin embargo, por la zona en que se encuentra se asemeja más al
estilo de una casona como aquellas en las que acostumbraban a vivir los amos de
los ingenios.
Algunas historias refieren que la casa pudo ser la residencia de un criador de vacas español o una institución religiosa.
Algunas historias refieren que la casa pudo ser la residencia de un criador de vacas español o una institución religiosa.
Los
ingenios de la época colonial normalmente constaban de un molino hidráulico o
un trapiche que era tirado por animales de carga. Tenían además una casa de
purga, una mansión o palacete para los amos y una capilla. Puede que de este
elemento se desprenda la existencia de un campanario en la Casa Grande de
Palavé.
La casa de dos pisos, construida en piedra de sillería y argamasa, revela el estilo señorial de vida de los grandes azucareros de la época, como el Ingenio de Engombe, ubicado al otro lado del río Haina, el cual existía ya en 1534, junto a otros ingenios situados a los lados de los ríos Haina y Nigua, de acuerdo con el historiador Gonzalo Fernández de Oviedo.
La casa de dos pisos, construida en piedra de sillería y argamasa, revela el estilo señorial de vida de los grandes azucareros de la época, como el Ingenio de Engombe, ubicado al otro lado del río Haina, el cual existía ya en 1534, junto a otros ingenios situados a los lados de los ríos Haina y Nigua, de acuerdo con el historiador Gonzalo Fernández de Oviedo.
UJEDO busca responder a los nuevos retos
establecidos por las exigencias del desarrollo sostenible y la valorización de
la diversidad cultural y sus diferentes manifestaciones como instrumento del
desarrollo local.
Una de las metas de estas organizaciones es explotar a través del turismo las cualidades arquitectónicas, así como sugerencias para darle vida al patrimonio.
Para Lluveres resulta crucial la ejecución de estos procesos de puesta en valor y uso de monumentos históricos como la Casa Grande de Palavé, ya que su revalorización en los momentos actuales contribuye a fortalecer la identidad dominicana.
Una de las metas de estas organizaciones es explotar a través del turismo las cualidades arquitectónicas, así como sugerencias para darle vida al patrimonio.
Para Lluveres resulta crucial la ejecución de estos procesos de puesta en valor y uso de monumentos históricos como la Casa Grande de Palavé, ya que su revalorización en los momentos actuales contribuye a fortalecer la identidad dominicana.
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Parte del monumento |
Tomado
de diariolibre.com
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