Politica, economía

lunes, agosto 25, 2025

Educación en valores: el verdadero inicio del año escolar

Por Darwin Feliz Matos

                                                                                    Opinión 


“¡A la clase, que ya es hora de empezar nuestra labor, están haciendo la suya las abejas en la flor!”. Así como la abeja, que convierte esfuerzo en miel, hoy más de dos millones y medio de estudiantes están llamados a transformar su disciplina, constancia y sueños en aprendizajes que trasciendan los muros del aula. Este lunes 25 de agosto, cuando el reloj marque las 8:00 a.m., la República Dominicana dará inicio al Año Escolar 2025-2026, en un ambiente que, aunque cargado de retos, también está lleno de esperanza.

La jornada comienza con un acto solemne: estudiantes y maestros de todo el país honrarán nuestra bandera y entonarán el himno nacional. Un recordatorio de que educar no es solo impartir contenidos, sino formar ciudadanos responsables, comprometidos y conscientes de su rol en la construcción de la nación.

Pero la escuela, por sí sola, no puede cargar con esta misión. Padres, madres y tutores deben asumir su responsabilidad compartida, acompañando a sus hijos no solo en el uniforme o los útiles escolares, sino en la formación de valores, disciplina y sentido de respeto. Un niño educado en valores desde casa llega a la escuela con las bases para aprender mejor y convivir en armonía.

Del mismo modo, el personal administrativo y docente debe comprender que su papel va mucho más allá de cumplir horarios. Son guías, modelos y referentes de una sociedad que espera mucho más que simples notas en un boletín: espera ciudadanos íntegros, con pensamiento crítico y sensibilidad social.

El inicio de este año lectivo trae un clima alentador. El diálogo previo entre el Ministerio de Educación y la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) permitió arrancar sin retrasos, evitando tensiones innecesarias. Esto representa una oportunidad que no podemos desaprovechar: construir un año académico donde el aprendizaje sea la prioridad y la escuela recupere su sentido de espacio de desarrollo integral.

La metáfora de la abeja es poderosa: si ellas pueden convertir el trabajo diario en miel, nosotros podemos transformar cada jornada escolar en semillas de futuro. La miel de nuestra nación será esa generación de jóvenes capaces de sostener la democracia, innovar en la ciencia, crear en el arte y vivir con principios sólidos.

 

En definitiva, el inicio del año escolar no debe verse como una rutina más en el calendario. Es una invitación colectiva a renovar el pacto por la educación y, sobre todo, a entender que educar no es tarea exclusiva de la escuela, sino una corresponsabilidad entre familia, docentes y sociedad. Si todos hacemos nuestra parte, el fruto no será solo conocimiento, será un mejor país.

No hay comentarios: