Politica, economía

martes, febrero 28, 2017

“Vísteme despacio aunque tengamos prisa”

Por Francisco Luciano.

Opinion
nAunque el presidente de la República presentó una obra de realizaciones encomiables y anunció decisiones adoptadas por su gobierno que impactan directamente la mejoría de la calidad de vida de la población y otras que reivindican demandas negadas durante décadas, las expectativas sobre la pieza han sido centrada en la posición del mandatario sobre los casos de corrupción pública con énfasis en el sonado caso de los sobornos de Odebretch.

El mandatario comunico que fue superada la meta propuesta de empleos a ser creados durante el pasado 2016, el incremento de un 100% a los sueldos de los policías y sus avances en la cobertura del Seguro Nacional de Salud que ya coloca a nuestro país en el décimo lugar de la región, cuando hace apenas cinco años estábamos en los tres últimos lugares.


Se esforzó ei mandatario en explicar los esfuerzos de su gobierno por mantener el crecimiento y la estabilidad económica y presentó la positiva y significativa información de un crecimiento del PIB por el orden del 6.1%  para liderar la región y  esto manteniendo una moneda estable, tasas de inflación por debajo de dos cifras y un incremento la producción agropecuaria. Destacó las bajas tasas en los intereses  para el financiamiento de la agropecuaria.

Importantes obras de infraestructuras que mejorarán el sistema vial del país y un plan para mejorar el tránsito y el servicio en el transporte de pasajeros en el gran Santo Domingo. También comunicó la extensión del 911 a ciudades como Santiago, San Cristóbal y otras.

Al tratar el tema de la corrupción y la impunidad el presidente desmenuzó el fenómeno y su determinación para contribuir a combatirlo, indicando que el combate a la corrupción es una tarea que va más allá de los poderes públicos. Reiteró el compromiso para brindar todo su apoyo para que la Procuraduría General de la República pueda realizar las indagatorias que determinen la responsabilidad y prepare expedientes consistentes que permitan a la justicia  condenar más allá de toda duda razonable a los responsables de actos de corrupción.

Al explicar qué  se esconde tras el pedimento que busca  detener las plantas a carbón,  el presidente dejó al desnudo a los grupos beneficiarios de los actuales contratos  para  el suministro de energía, indicando que una vez entre en funcionamiento Punta Catalina el país no tendrá que continuar pagando la electricidad más cara de la región, que está sangrando al fisco con US$1,200 Millones de dólares al año.

Danilo Medina fue enfático al indicar que no hay vacas sagradas ni dentro ni fuera del gobierno y sometió para la aprobación  del Congreso Nacional la  Ley de Extinción del Dominio que permitirá al Estado decomisar y recuperar de manera ágil los bienes  adquiridos mediante los actos de corrupción de ayer, hoy y mañana.

En cuanto al caso Odebretch el presidente puso en claro su interés en hacer las cosas bien, apoyando al Ministerio Público en todo lo necesario para que recabe las pruebas que permitan sustentar expedientes que no se caigan en la justicia y contrario a lo que aseguraban reputados analistas políticos, no recurrió al populismo, estableciendo que de nada vale cursar expedientes de corrupción a la carrera para que luego se caigan por debilidades evitables.

Danilo demostró tener  plena conciencia de que la prisa en la confección de expedientes sobre corrupción es la mejor y más eficiente aliada de la impunidad, por lo que pidió paciencia  para actuar con la debida certeza y alcanzar el éxito contra los corruptos..

Será a partir del mes de mayo cuando las autoridades brasileñas aportarán los nombres y las documentaciones de los sobornados en el caso Odebretch y será a partir de esa fecha cuando la Procuraduría podrá fundamentar expedientes basados en las pruebas y realizar de manera exitosa la persecución de los sobornados. Ojalá que para esa fecha haya sido aprobada y promulgada la Ley de Extinción de Dominio por el Congreso Nacional, lo que permitirá ir más allá de la simples multas o encarcelamientos de las personas y razones sociales que resulten culpables.

Como siempre los pesimistas, falta de fe y de confianza en el pueblo dominicano,  se aventuraran a descalificar la  alocución del mandatario calificándola  como “decepcionante”,  “demagógica” “fantasiosa”  o de “más de lo mismo” para justificar su incapacidad como opositores carentes de una oferta viable contra los males del país y para cubrir su desenfoque.

 Lo cierto es que dicha alocución brinda aliento, respaldo y sustento al movimiento social y político que reclama con sinceridad el fin de la corrupción y de la impunidad,  al tiempo que el presidente se pone a disposición del sano interés de la mayoría en esa dirección.   La apuesta tiene que ser por el optimismo en  la causa de la patria, reiterando  que podemos perseguir, condenar y prevenir la corrupción, sin saltar pasos y sin negar el derecho a la defensa de los acusados.
 El autor es  catedrático universitario y dirigente del PTD

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