Politica, economía

viernes, septiembre 05, 2014

La falda de doña Ercilia Pepín por los pantalones del presidente Danilo Medina


Neo Carmona (Opinión)
Al observar en su totalidad la Ley que convertía la importante reserva natural de Loma Miranda en Parque Nacional para de esta forma preservarla de la depredación azarosa de la Multinacional Minera Falcando Xtrata Níquel, un autentico anhelo de todo el pueblo dominicano, el presidente Danilo Medina Sánchez no solo reafirma su compromiso y complicidad asquerosa con los peores intereses del pueblo dominicano y sus más genuinos representantes, como la escoria social de los Vincho por ejemplo, sino además evidencia su debilidad y falta de carácter para hacer honra a la más importante función de su cargo: defender el pueblo dominicano y su patrimonio.

Los argumentos externados por el primer mandatario para justificarse el hecho de haber sucumbido al chantaje y las presiones de sectores oscuros nos dan una idea de lo desfasados que están nuestros “lideres” políticos en cuanto a su apostar siempre a la ignorancia de la ciudadanía.

Esta traición y actitud cobarde del presidente Medina me hizo recordarle como al profesor santiaguero Sergio Hernández a quien la extinta y admirada hija benemérita de Santiago, la educadora Ercilia Pepín, le envió en una bandeja su falda con una nota de su puño y letra en la que sentenciaba “envíeme en cambio sus pantalones”. Esto por su actitud cobarde al negarse a poner la bandera a media asta en señal de duelo por la muerte de los hermanos Perozo, entre ellos Andrés, profesor de instrucción moral y cívica y de historia de la filosofía durante varios años en la Escuela Normal de Santiago donde Sergio Hernández era director y a quien el sátrapa Trujillo no perdonó que exaltara la figura del patricio Juan pablo Duarte por encima de su vanidad y el culto obligatorio a su personalidad.

Ercilia, que para ese entonces, 1932, era la directora de la Escuela México, si había puesto la Bandera Nacional de la escuela a media asta como parte del movimiento de protestas silenciosas que generó dicho crimen en todo el país.

Luego del acto de la profesora Ercilla, el profesor Hernández se retiró avergonzado, humillado y ridiculizado. Tuvo una crisis neurótica siendo que  poco después, frente a sus discípulos y parte de la comunidad de Santiago, se abrió con una navaja el abdomen, cercenó sus tripas y fue colocando los trozos  en la misma bandeja donde la profesora Ercilia le había enviado la falda. Esto hasta que desfalleció ante todos.

Todo esto de acuerdo a lo que nos cuenta el Dr. Joaquin Balaguer en sus memorias de un cortesano sobre la era de Trujillo.

No espero tanto del presidente. Pero que no espere este que Loma Miranda será explotada y depredada sin revivir primero el más memorable de nuestros abriles. 

El autor es ciudadano Dominicano

1 comentario:

Unknown dijo...

cuantos disparates amigo. Me da mucha pena que la juventud repita como papagayo las mentiras de Balaguer. Sergio Hernández fue un valiente educador que enfrentó a Trujillo junto a Ercilia. Lee, investiga y luego escribe. para que no hagas el mismo ridículo que Balaguer. Firmado: José Mercader.