![]() |
Ismael Bautista (Opinión) |
Las enfermedades
cardiovasculares están a la cabeza como causa primordial de mortalidad en
la República Dominicana y el mundo. Y la coronariopatía o cardiopatía isquémica
es la principal causa. La cardiopatía isquémica se establece y evoluciona cuando
hay limitación del aporte de oxigeno al corazón, que tiene su
génesis en la mayoría de los casos en una lesión u obstrucción de una o más de
las arterias coronarias que suplen las demandas de oxigeno o metabólicas
del músculo cardíaco.
La expresión clínica de
este evento fisiopatológico es principalmente el dolor del pecho. Dolor
torácico, que tiene característica clínica propia en el individuo, son los
clasificados síndromes coronarios agudos. La expresión clínica de estos, puede
ser una angina de pecho o angor pectoris, que de no tomarse las medidas
terapéuticas pertinentes en el momento y en el tiempo oportuno, evoluciona al
infarto. De ahí, la importancia del factor tiempo en estos eventos.
Ahora bien, cuando la
lesión u obstrucción de la arteria es total, generalmente provocada en la gran
mayoría de los casos, por el desprendimiento de un trombo o coágulo de
una placa ateromatosa dañada en el interior de la arteria, lo que
consecuentemente, manifiesta el cuadro clínico del infarto
agudo al miocardio.
El infarto agudo al
miocardio es un evento clínico agudo, de vida o muerte, en el que el tiempo es
crucial para evitar la lesión o muerte del músculo cardíaco, donde es necesario
una estrategia terapéutica de intervención rápida para lisar o destruir
el coágulo, la cual para ser efectiva debe ser usada en las
primeras 6 horas de haberse iniciado el evento; cuando el tiempo de la terapia
se aleja de las primeras 6 horas aumenta la posibilidad de lesión o muerte del
músculo cardíaco.
Si falla la
terapia, se instala el infarto agudo del miocardio y, si el
paciente no muere en el acto, el corazón o el músculo cardíaco sigue un proceso
de deterioro en su función vital, causante de complicaciones agudas y crónica
que impactaran negativamente, a lo largo de lo que quede de existencia
del individuo, en la calidad y esperanza de vida, de tal modo
que, finalmente, terminan causando la muerte súbita (muerte
repentina) o arranca la vida del paciente en forma crónica.
Entonces, hay que
prevenir o evitar la muerte del músculo cardíaco o el infarto. Existen dos
modalidades: 1) la prevención, esto es, control de factores de riesgo para la
enfermedad, que es la ideal, y 2) la terapia farmacológica, cuando el proceso
isquémico está instalado.
La primera, llamada
prevención primaria, implica un comportamiento cotidiano en el estilo de
vida del individuo con implicaciones favorable a la salud: dieta
saludable, practicar ejercicio regularmente, mantener el colesterol en
sangre por debajo de 200 mgs/ml., la glucosa o azúcar en sangre por
debajo de 100 mgs/ml., la presión arterial sanguínea por debajo de 140/90 mm de
hg, no fumar, uso moderado del alcohol y el control del stress.
La segunda que es el
tratamiento farmacológico que tiene por objeto, fundamentalmente el uso de
trombolíticos, (sustancias que lisan o destruyen coágulos) que usados
sinérgicamente con los antiagregantes plaquetarios ( impiden formación de
coágulos ) tienen resultados efectivos.
Tiene dos
modalidades: a) La trombolisis, mediante la cual se destruye el coagulo
en la arteria coronaria afectada restableciendo el flujo sanguíneo; esta,
puede ser realizada en los hospitales o centros médicos de la capital o del
interior del país que reúnan las condiciones adecuadas, que incluye médicos,
medicamentos y los equipos necesarios.
En la actualidad y
recientemente el Ministerio de Salud conjuntamente con las asociaciones de
cardiólogos egresados de las residencias del país y la Sociedad
Dominicana de Cardiología implementan un plan piloto de trombolisis que
ha arrancado en los hospitales Salvador B Gautier, Francisco Moscoso Puello,
Central de las Fuerzas Armadas de la capital y el Cabral y Báez de Santiago,
cuyo propósito final es extenderlo por todo el país.
Y, b) Es la
Angioplastia Coronaria Transluminar Percutánea (Cateterismo Cardíaco). Es la
ideal y la más efectiva para el abordaje de infarto agudo. Es altamente
costoso, y requiere de una infraestructura (Sala de Hemodinámia), personal
médico debidamente entrenado y con experiencia para llevar a cabo el
procedimiento. Utiliza un catéter que coloca el Steen (un tubito
metálico) en la arteria lesionada que sirve como canal para restablecer el
flujo sanguíneo en el área infartada. En el proceso, también se usan anticoagulantes
y antiagregantes de las plaquetas y otros medicamentos.
Actualmente, esta
modalidad terapéutica para el infarto agudo del miocardio solo se realiza en el
Distrito Nacional, Santiago y San Francisco de Macorís. No disponible las 24 horas.
Ambas modalidades
terapéuticas, principalmente la segunda, evitan el infarto al miocardio y
disminuyen muy significativamente la morbi-mortalidad por esta causa y aumentan
la esperanza de vida de los pacientes. Logros alcanzados, en los países
del planeta donde existen las condiciones estratégicas indispensables para
llevar a cabo este tratamiento, en los cuales, se ha conseguido más que
significativamente reducir la morbi-mortalidad por causa cardíaca. En la
República Dominicana es mucho todavía lo que falta por recorrer.
El autor es : Médico, Cardiologo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario