Por
Francisco Luciano
Opinión |
La
crónica presentada por uno de los principales diarios del país que da cuenta de
la advertencia que hace el gobierno de los Estados Unidos, por vía de una de
sus agencias, a los ciudadanos de ese país que decidan viaja a la República
Dominicana no es nueva. Más bien se produce cada cierto tiempo.
Lo
cierto es que aunque la misma puede tener bases sólidas, esta no se corresponde
con el trato que un aliado debe ofrecer.
Recomendar
precaución nunca será ocioso, pues donde quiera se cuecen habas, pero al
difundir cada cierto tiempo con esa mala nueva, debe tenerse en claro que eso
afecta la buena imagen internacional de la República Dominicana y pone en
riesgo el flujo de turistas hacia nuestro territorio en desmedro de la economía
nacional.
Nadie
va a negar que aquí, como en cualquier parte, se producen a diario hechos
lamentables que en algunas ocasiones hasta dejan víctimas fatales, pero hechos
de ese tipo ocurren en las ciudades que se consideran más seguras del mundo.
Ahora,
si damos una mirada a la seguridad de ciudadanos locales y visitantes, la
República Dominicana no puede, ni debe figurar en la lista de los más
inseguros. Si juzgamos por los hechos y los números de víctimas, tendríamos que
colegir en que en países como España, Francia y los propios Estados Unidos, la
cosa es peor, pues ha sido allí y no aquí donde han acontecido actos de
violencia que pueden considerarse como verdaderos atentados a la seguridad de
las personas.
Vasta
precisar que en República Dominicana a ningún ciudadano se le ha ocurrido
ametrallar a cientos de personas en una discoteca o teatro. Que nunca en un
maratón o carnaval dominicano han sido detonadas bombas provocando víctimas
fatales. En República Dominicana no tenemos siquiera amenazas, de que un coche
bomba pueda explotar en una plaza pública matando a personas de manera
indiscriminada.
Resaltar
los actos aislados que la delincuencia provoca en nuestro país, fuera atinado
de no ser por las indicaciones anteriores.
De
todos modos, la denuncia del gobierno de los Estados Unidos debe ser tomada
como una alerta para que nuestras autoridades pongan mayor empeño en prevenir y
perseguir la criminalidad para reducir las acciones delictivas y los actos de
violencia, a los fines de garantizar una mejor seguridad ciudadana y de paso
quitar argumentos a quienes impulsan este tipo de acoso con la intención de
quitarnos visitantes y de paso presentarnos como un país vulnerable.
El
autor es educador y dirigente del PTD.
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