Politica, economía

lunes, diciembre 21, 2015

Oh Dios mío, cuantos golpes...

Por: Alberto Quezada 
Opinión
Hoy no hay espacio para risa, la celebración, la algarabía  y la esperanza que son sentimientos propios  de un periodo tan especial como la Navidad y la expectativa del nacimiento de un nuevo año. No. Han sido demasiados los golpes. Uno tras otro.

Parece que este  mes de diciembre se ensombrece para el Partido de la Liberación Dominicana con la visita inesperada de dos acontecimientos que han estremecido sus  cimientos y esencias.

La partida abrupta del miembro del Comité Político y alcalde del municipio Santo Domingo Este, Juan de los Santos y el asesinato de dos personas y decenas de heridos en diferentes provincias del territorio nacional en la celebración de sus elecciones primarias internas.

Estos dos acontecimientos  verdaderamente desgarrantes y vergonzosos para esa  organización política fundada por el profesor Juan Bosch, en diciembre del 1973, vienen hacer  el eslabón  que inicia una larga cadena de entristecimiento en toda su militancia y en parte en la familia dominicana durante todo este mes.

Estas situaciones  imponderables  para ese colectivo  deberán de servir en lo  adelante para que ese partido político  entre en proceso profundo de reflexión y de recuentro con sí mismo a los fines de conseguir su sosiego, unidad y fortaleza institución que,  al parecer, se ha marchado de vacaciones.

El pueblo dominicano en este momento de tantas amenazas y acechanzas globales y locales  necesita paz, unidad  y concordia, entre sus hijos y en aquellos en quien la Divinidad  ha puesto en sus maños la responsabilidad  sagrada de conducirlo para redimirlo  del infortunio y el oprobio.

Esperamos que los  golpes de estos días  sirvan  para que  la familia peledeìsta  recapacite y retome el  camino indicado  por su líder y mentor profesor Juan Emilio Bosch Gaviño, de despojo de ambiciones desmedidas hacia posiciones públicas y cosas materiales.
Y,  en cambio, entiendan y abracen sin reservas los postulados de amor  a su pueblo y  decencia en el accionar político cultivado por ese pensador y maestro político de América que se llamó el profesor Juan Bosch. Eso se espera para 2016.


El autor es periodista y magíster en Derecho y Relaciones Internacionales. Reside en Santo Domingo. Quezada. Alberto  218@gmail.com

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